Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, se ha descolgado con la mayor mamarrachada que he oído en mucho tiempo. Pues nada, que no se le ocurre otra gansada que proponer a los vecinos de Barcelona que este año celebren el solsticio de invierno en lugar de la Navidad
Los aspirantes a redentores sueñan con una Iglesia agorafóbica, temerosa de la calle, replegada sobre su caparazón y abandonando la cueva -entonces sí- sólo para atender a la Humanidad doliente
Joan Ribó i Canut. A saber, alcalde de Valencia por el partido Compromís. No pasará a la historia por sus hechos ni por sus desechos, pero tiene una página reservada en el anecdotario político tras mandar al carajo a los crucifijos y otros enseres re igiosos del cementerio de la ciudad
Creo que el Obispado de Cádiz ha trastabillado ruidosamente al sacar a colación no se qué sobre ritos demoniacos para referirse a la tontuna ésta de Halloween
La muerte es una putada. Este vulgarismo -que recoge el diccionario de la Real Academia- se me antoja el más apropiado. He pensado en la muerte tras tener noticia de dos fallecimientos
No voy a ganar el premio al más solidario después de escribir lo que sigue. Y es que, por más que lo intento, no consigo evitar la sensación de que es la histeria -si tal trastorno existiera- el componente común de las reacciones más públicas respecto a la crisis humanitaria que protagonizan quienes huyen de la guerra hacia Europa
Ni una necrológica, ni un obituario. No es eso. Este curso, la Residencia Universitaria Santo Tomás no abrirá sus puertas. El centro, propiedad de la Diócesis de Tenerife, es una víctima más de la crisis. Lo argumenta Víctor Oliva, su último director
Se lo advierte Pablo a los creyentes que viven en Éfeso: “Vienen días malos”. La vida, contemplada desde un cierto ángulo, es una sucesión de días malos. No es solamente eso, ya lo sé»
Panem et circenses. Pan y circo: la fórmula de éxito no es originaria de la Roma clásica, pero se hizo popular gracias a que muchos de sus gobiernos abusaron de semejante combinación ganadora
Me gusta el mundo en el que me ha tocado vivir. No en todos sus aspectos, evidentemente. Pero sí en la mayoría de acentos y prioridades que mueven la rueda del día a día
Hoy es Corpus. No es fácil escribir sobre lo que los creyentes celebramos este día: el momento central de nuestra fe es aquel en el que el pan y el vino que protagonizan nuestros encuentros más solemnes se convierten en el cuerpo y en la sangre de nuestro Señor
Seamos pragmáticos: lo que creemos quienes creemos en Cristo se mueve fuera de la lógica que interpreta los acontecimientos en las sociedades desarrolladas más cercanas
La primera vez que pisé el Obispado como responsable de la Oficina de Prensa, alguien me aconsejó: “El truco es no decir nada cuando los periodistas te pregunten.
Dentro de siete días estaremos votando. Yo, al menos, lo haré. E invito a todos a que lo hagan. No precisamente porque me fascine el escenario político actual. De hecho, si no se confundiera con una insolencia, diría que padecemos un periodo histórico en el que la cosa política da asco.