
Un Papa bocazas - Carmelo J. Pérez
Un sobresalto esperado es lo que experimenté estos días oyendo comentarios sobre algunas declaraciones del Papa en su viaje por Asia
Un sobresalto esperado es lo que experimenté estos días oyendo comentarios sobre algunas declaraciones del Papa en su viaje por Asia
La época de las comunicaciones sociales tiene muchos aspectos positivos y algún que otro daño colateral que convierte en ruido lo que podría haber sido información
Diga lo que diga sobre este tema, ya cuento con que habrá quien malinterprete lo que lee sin llegar siquiera al final del artículo
Esto de las conversiones fulminantes es un tema que me mosquea mucho. Pasar de la noche a la mañana de la nada al todo no es acorde a la naturaleza humana
Los golpes de pecho nos han hecho funestamente famosos a los cristianos. Incluso se ha aquilatado una expresión que hace referencia a ellos para nombrar todo lo que no es sincero, sino fingido. Teatralidad en estado puro es lo que evoca un golpe de pecho
Pedimos cosas a Dios y él nos regala su Espíritu, nos recuerda hoy el Evangelio. ¡Pues vaya una cambio!, pensarán no pocos. Hablando en plata: la mayoría de veces, cuando un cristiano habla con Dios lo hace para hacerle llegar sus necesidades
Cuando era más joven, yo -como la mayoría de creyentes alguna vez- me ponía muy nervioso cuando otros tan jóvenes como yo esgrimían el argumento de la inquisición para descalificar a la Iglesia
Pedir perdón es la máxima expresión de la madurez cristiana
Los cristianos hemos asumido que necesitamos un periodo de “nueva evangelización”. Y hemos acogido la propuesta de embarcarnos en un Año de la Fe, para remover nuestros cimientos allí donde estén oxidados
Agotados por la tarea. Con los pies sucios y el polvo del camino pegado a la piel, testigo elocuente de tantísimos pasos andados, malos y buenos. Distintos por fuera y por dentro. Mejores
Hoy sabemos que no fue exactamente así. Al menos, no al principio. Las ciencias históricas nos confirman que los primeros pasos del cristianismo fueron más el torpe andar del bebé que lucha contra la ley de la gravedad que al paseo triunfal que nos relatan los escritos
Dos confesiones. Primera: éste no es el artículo que había escrito. Y segunda: lo cambié después de la decisión del papa Francisco de trasladar la celebración del Jueves Santo desde la majestuosa basílica de San Juan de Letrán hasta una cárcel para jóvenes (reformatorio lo llaman)
El 12 de marzo. Ésa es la fecha. Cuando comience el cónclave, la era Benedicto XVI habrá pasado definitivamente a la Historia. Por eso, hoy me permito escribir sobre Ratzinger por última vez. Y lo hago sin pensar demasiado
Empezamos la temporada, pues, con un interrogante formulado para hacer crujir los cimientos de un creyente que se tome en serio su fe. Por muchas veces escuchado, por tantas ocasiones meditado, nunca deja de sonar a nuevo. Toma Jesús la palabra y pregunta: “¿Quién dices tú que soy yo?”
Ni repudio a los ricos por el hecho de tener una abultada cuenta corriente, ni elevo sin más a los altares a todos los que son pobres. Corren tiempos en los que es demasiado habitual condenar a unos y elevar a los altares a otros con sólo mirarles el monedero
Resulta que la fantástica Ana Obregón está preparando un libro con sus memorias. Sí, tiene memoria. Para que no quepa duda, lo de fantástica es una alusión directa a sus devaneos con el resto de dimensiones siderales donde desarrolla su vida, más allá de ésta que compartimos los mortales de a pie
Dios ha decidido hacer lo mismo con cada uno de nosotros: queda perdonada nuestra hipoteca. A saber: Dios ha decidido olvidar nuestros desvaríos, nuestra falta de fidelidad, nuestra torpeza para comprenderle y conocerle, nuestros renglones torcidos…