Pasión colateral
Prisas por salir del edificio. Lleva tantas horas conteniendo el deseo que no ve el momento de escapar de allí
Prisas por salir del edificio. Lleva tantas horas conteniendo el deseo que no ve el momento de escapar de allí
Hoy lo siento, que igual, con la voluntad de opinar desde la sinceridad más absoluta, llego a ser hiriente e incluso mezquino. Líbreme de pecado la Santa Inquisición, absuélvame de toda falta quien de estos menesteres se ocupe, pero hay cosas que esta alma errante no logra procesar, y claro, nace la rabia, la frustración y trece males
Jamás creí que tendría suficiente edad como para decirle a quienes vienen por detrás eso de que “yo, he visto cosas que vosotros no creeríais”, así, a lo Blade Runner
Alzo la vista al frente abrumado por el olor de antaño
En albor de una idea que brotó imprevista encontró la motivación para volver a creer que aquel deseo era alcanzable
Calima mental. Sopor, sequedad. Perpetuo verano. En el tiempo de las verdades a medias se deshidratan la tierra y las conciencias. Nada es como conocimos, y sin embargo, todo parece seguir igual
Cochinos hay muchos, que variedad de razas no faltan, pero cada vez encuentro más similitudes con el ser humano
Hacer alegatos a estas alturas es casi tarea perdida. Las palabras no encierran todo lo que uno quiere transmitir y aunque nos empeñemos, llegar al otro es una tarea casi inútil
Llegas a Madrid la semana que viene sin fecha precisa, casi sin avisar, o igual te presentas antes de que termine estas letras, o de que salgan publicadas, o tal vez te retrasas, quién sabe los caprichos de la causalidad…
Todas las tardes me visita. Se acerca al jardín con su vuelo ligero y atolondrado hasta posarse en el seto de mi terraza. Su vigor puede hacer pensar que se trata de un jovenzuelo
Me han ordenado que trague, que no escupa. Lo hacen porque tienen autoridad para hurgar en mi vida. Son jueces y parte de ella, dictan y regulan lo que he de ser
Hoy han aparecido flores nuevas en mi pequeño jardín: una azucena de río ha parido una pareja blanca y hermosa
En la vida, una batalla perdida no es el final de la guerra, sólo es eso, una más entre tantas donde vendrán más, muchas más
Querer, tener cariño o cualquier tipo de sentimiento de aprecio es la herramienta que pretende justificarlo todo
Repetimos desde el compás quince. Cuento uno de clavo y entramos”
Tendemos a pensar que los cambios son radicales, y es verdad que alguno se produce así, pero por lo general no
Era imposible verlo venir y sin embargo pasó. Ahora la memoria lo evoca como algo mágico más que como un nítido recuerdo
A veces pienso que me gustaría dejarlo todo y dedicar mi vida a las cosas más sencillas
Violeta Parra cantaba ese gracias a la vida, que le había dado tanto
Ocurrió una tarde anaranjada cualquiera, precisamente porque estas cosas pasan cuando menos lo esperas, rodeadas de la cotidianeidad más absoluta, sin grandes eventos, ni dramas ni celebraciones, solo normalidad y rutina