
Un santo de cuatro estrellas
El sótano de un hotel de lujo conserva una cueva natural donde los vecinos veneran a San Blas, en los restos del acantilado donde apareció el patrón del barrio
El sótano de un hotel de lujo conserva una cueva natural donde los vecinos veneran a San Blas, en los restos del acantilado donde apareció el patrón del barrio