La imagen de nuestra clase política está por los suelos. Y eso que en nuestro país no se ha imputado por corrupción a ningún jefe de Estado o de Gobierno, como a Chirac y Sarkozy, en Francia, o a Berlusconi, en Italia
Según la tradición eclesial, cualquier cristiano puede ser llamado por el Espíritu Santo para ocupar la silla de San Pedro, sin necesidad de haber ostentado antes cargo vicarial alguno
El Gobierno acaba de inyectar otros 35 millones de euros a Paradores de Turismo -y ya van 81 en menos de un año- a la vez que cierra temporalmente 20 establecimientos de la cadena
La destitución de Josefina Llamas, la forense que metió la pata en el caso de José Bretón, más que tranquilizar al personal le plantea nuevas cuestiones inquietantes, dada su contrastada ineptitud
No he visto el cuerpo de la concejala de Los Yébenes ni sus prácticas masturbatorias en un vídeo que circula por la red. No lo he hecho porque no soy ningún mirón y porque la dichosa concejala puede hacer de su capa un sayo
Mientras Grecia no tiene solución, nos dice en un reciente ensayo el periodista Petros Márkaris, un montón de griegos se beneficia de la crisis. Su análisis, por mucho que nos duela, es aplicable a España milimétricamente
La imagen predominante de España podría ser, ¿por qué no?, la de un país pujante y moderno, con la más amplia red ferroviaria de alta velocidad, un porcentaje de autovías mayor que nuestros vecinos y más aeropuertos que ellos por número de viajeros
El presidente gallego, Núñez Feijóo, tan responsable como el que más en el desastre de las cajas de ahorro, es el único que ha pedido que los directivos de éstas devuelvan sus indemnizaciones millonarias
Un amigo mío confía en que el triunfo del francés François Hollande permita “doblegar a los mercados”, como si éstos fuesen unos tipos siniestros a los que habría que enchironar.
A ningún piquete informativo se le ocurrió parar el encuentro de fútbol entre el Atleti y el Hannover durante la huelga del pasado día 29. De haberlo hecho, sus miembros habrían perecido en el intento, porque con el fútbol no se juega
Hay gente que lo está pasando rematadamente mal y aguanta la crisis como puede. Otros, en cambio, presumen de hacer sacrificios que sólo evidencian su propia necedad