El Gobierno británico ordenó espiar a los asistentes a las cumbres del G-20 en 2009
El Cuartel General de Comunicaciones creó cibercafés para acceder a los correos electrónicos de las delegaciones extranjeras, se infiltró en sus teléfonos móviles para escuchar sus llamadas y desplegó a un equipo de 45 analistas para analizar toda la información en tiempo real