Rendir pleitesía al Imperio se puede hacer de muchas maneras, pero desde luego nuestros gobernantes la suelen realizar de una forma muy particular, muy spanish diríamos -aunque se me vienen a la cabeza otras denominaciones más gráficas-
Erase una vez hace una semana y en un país no muy lejano, cuyos gobernantes eran, por cierto, bastante trogloditas, entre otras muchas razones, porque habían aprobado una reforma del aborto que retrotraía a sus habitantes 30 años atrás
El trajín diario, el vaivén de la cotidianidad y yo que sé qué cosas más hacen que a veces no nos percatemos del riesgo implícito que lleva el retocar algunas normas que regulan la convivencia y que traen consigo cambios sibilinos cuando no retorcidos en las reglas del juego
Esta misma otoñal semana le ha tocado el deceso a los Multicines Renoir Price, o lo que es lo mismo, a la posibilidad de ver cine independiente de estreno fuera de las megasalas de los grandes centros comerciales
Lo malo de darse palmaditas en la espalda y de autodorarse la píldora es que luego tienes que afrontar la dura realidad y bajar a la calle, el verdadero termómetro de la sociedad
Posiblemente, el espionaje nació durante la Prehistoria (…) cuando nuestros ancestros, miembros del clan, llamémosle A, vieron, escondidos tras la maleza, cómo sus iguales del clan, nombrémoslo como B, cocinaban a la parrilla un gran filete de mamut
El ministro Montoro regurgita un día sí y otro también la letanía monocorde auspiciada como casi un lema en su partido de que “España va a ir bien” y que 2014 será el año de la recuperación y de la creación de empleo, y que mandaremos a freír chuchangas la crisis
La vuelta de las vacaciones -para los que al menos las podemos disfrutar, que no es poco en estos tiempos de tijeras y hachas y de otros instrumentos (re)cortantes- siempre supone una auténtico choque de bruces con la realidad, con la cotidianidad gris, sin tiempo casi de dar pábulo a depresiones posvacacionales y otros traumas otoñales
Varios miembros de Nuevas Generaciones del PP de la Comunidad Valenciana que se han fotografiado exhibiendo símbolos fascistas y preconstitucionales -todo un eufemismo- haciendo el saludo romano o a la romana -como quieran llamarlo- y demás ‘cafradas’ propias de otros indeseables tiempos
Una vez más sale a flote la cruel y palmaria realidad que reivindica la frase, mil veces repetida hasta la saciedad, pero no menos cierta, de Lampedusa: “Cambiar todo para que nada cambie”
El cálido y pegajoso verano nos aturde y nos nubla los sesos de tal manera que a muchos las ideas o no les fluyen o las que circulan por su sesera contienen altas dosis de estupidez, ignorancia o majadería, que luego se materializan -y ahí radica el problema- en públicas palabras
Por supuesto, que todo lo concerniente al caso Bárcenas se dilucidará en los tribunales, como repetía Mariano Rajoy apelando reiteradamente a su “no culpabilidad”, pero un mandatario democrático se debe a unos ciudadanos en los que cada vez más crece la semilla de la desconfianza sobre los políticos
Creo que en algún recóndito lugar de la casa materna guardo todavía un fajo de entradas del Cine de Abajo, como llamábamos en la Villa al Teatro Atlante -el otro, el de Arriba, era el Cine Orotava-, que mi amigo y compañero de la cadena SER y corresponsal del periódico El País en Canarias, Pedro Murillo, cinéfilo y gatófilo confeso, y yo habíamos rescatado justo el día antes de su definitivo derribo
Muchos en Estados Unidos aún no se han enterado -o no quieren enterarse- de que los hispanos son una realidad más que palpable y una minoría -por el momento- con una fuerza arrolladora, y si no que se lo digan al propio Obama