tumbaabierta

Fuego y nieve

La adaptación opta por la vía más hollywoodiense, es decir, priorizar los fuegos de artificio sobre el desarrollo dramático, y, para colmo, lo resuelve mal, con una película a la que le falta ritmo, le sobra metraje en su primera mitad y se apresura demasiado en cerrar la historia en sus últimos cuarenta minutos