El imposible de cubrir todos los riesgos - Por Jesús Sánchez-Quiñones González
Quién no se ha encontrado en la situación en la que, queriéndose calentar con una manta, ésta no es suficientemente grande como para cubrir todo el cuerpo! Si se cubre la garganta, los pies quedan al descubierto y acaban congelados