Federico Lombardi ha publicado un editorial en el que defiende la figura de Benedicto XVI y su dimisión como «un gesto de sabidurías cristiana y humana admirables», motivado por su débil estado de salud. En su texto niega tajantemente que haya renunciado por su incapacidad para gestionar el cargo
Ratzinger agregó que es «consciente de la importancia del hecho, pero también consciente de no ser capaz de llevar a cabo el ministerio petrino con la fuerza física y el espíritu que lo requiera».
Benedicto XVI quiere mantener la agenda oficial hasta el final de su pontificado y se despedirá de los fieles el 27 de febrero con una audiencia en la plaza de San Pedro
El pontificado de Ratzinger, iniciado en 2005, coincidió con una serie de momentos críticos en la Iglesia alemana, desde el conflicto con los lefrevianos hasta el escándalo de abusos sexuales en colegios religiosos
La Sede Vacante, es decir el tiempo que transcurre desde que un papa fallece, o renuncia hasta que se elige al sucesor, comenzará el próximo 28 de febrero a las 20.00 horas de Roma (19.00 GMT), según anunció el propio pontífice en su carta