El estudio se realizó el 13 de diciembre de 2012 gracias a 915 ciudadanos voluntarios que contactaron con 701 ‘sin techo’. De ellos, se pudo entrevistar a 230. Además de los 701 contactadas, 1.177 personas se encontraban alojadas en la red de recursos públicos y privados y 163 en pensiones y pisos gestionados
La Plataforma por la Dignidad critica las precarias condiciones de 30 personas que viven en chabolas o en edificios abandonados y“a los que no dejan empadronarse”
Ciu defenderá una proposición no de ley con la que reclama el compromiso del Gobierno central frente al problema de las personas ‘sin techo’ y con ello un fondo extraordinario de 20 millones de euros para fortalecer las actuaciones de las comunidades autónomas
Una polémica ley húngara estrecha el cerco legal a los 30.000 sin techo del país, que pueden ser condenados a seis meses de cárcel por vivir en la calle
El Juzgado de Primera Instancia número 5 de Arrecife ha denegado el internamiento de un joven discapacitado que vive en la calle en La Graciosa y ha pedido al Cabildo de Lanzarote y al Ayuntamiento de Teguise que le presten la «asistencia ambulatoria adecuada al caso»
La organización recuerda que hay que evitar que este colectivo «no se inscriba» en los registros de los ayuntamientos cuando la normativa vigente establece el empadronamiento de cualquier persona que viva en una localidad, aunque resida en una infravivienda, una caravana o una cueva
La Plataforma por la dignidad de las personas sin hogar lamenta y condena el desalojo de un grupo de personas sin techo que vivían en la Plaza de España el pasado 31 de octubre por agentes de la Policía Local de la capital
Jaime pide un trabajo para dejar la calle, su hogar hace 14 años; duerme en cualquier esquina, come lo que puede e intenta salir adelante vendiendo pescado, pidiendo o reparando cosas
Juan Antonio Velázquez es seropositivo y duerme en un túnel insalubre, lleno de ratas y lleva un año sin tomar la medicación que necesita para su enfermedad
La muerte de una mujer en Los Cristianos a manos de un sin techo que padecía trastornos psiquiátricos no ha hecho más que avivar la polémica surgida a raíz del fallecimiento de varias personas sin hogar en Tenerife, por la inexistencia jurídica y administrativa de medios para asistir y controlar al colectivo