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SUCESOS > CASO DE LA DECAPITACIÓN

La familia de la mujer decapitada en Arona pide justicia

   

VICENTE PÉREZ | ARONA

La familia de la británica decapitada en Los Cristianos, en el municipio sureño de Arona, a manos del indigente de origen búlgaro Deyan Valentinov Deyanov rompió ayer su silencio para pedir “justicia” y elogiar la labor de la Policía. “La investigación española se está llevando a cabo con eficacia y esperamos que se haga justicia en su debido momento”, aseguran los familiares de Jennifer Mills-Westley en un comunicado de prensa, cinco días después de que muriera a manos de un hombre cuando compraba en un bazar chino.

El presunto asesino, que se halla ingresado en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Universitario de Nuestra Señora de la Candelaria (Hunsc) bajo custodia policial permanente, se creía Dios y paseó la cabeza de la víctima por la calle hasta que el vigilante de seguridad Juan Antonio Hernández lo redujo, ante decenas de testigos aterrorizados.

Repatriación

Los familiares de Jennifer (varios de ellos han viajado a Tenerife desde Gran Bretaña para la repatriación del cadáver) afirma que se trata de un momento “terrible” que han podido afrontar con “el generoso apoyo y la ayuda” recibidos de la Policía española, así como de la oficina de ayuda a las víctimas y del Foreign and Commonwealth Office, a través de la oficina de ayuda a las víctimas y desaparecidos en el extranjero.

Pero a renglón seguido, en la nota, los familiares se quejan del trato que algunos medios de comunicación han dispensado a este caso. “Para nosotros, éste no es el momento para la especulación, sino de llorar esta pérdida. La especulación en la prensa sobre las circunstancias que rodearon esta tragedia no es útil y añade peso a la pena de la familia”, agrega el comunicado remitido.

Sin embargo, algunas de estas circunstancias empiezan a conocerse, como el hecho de que la Policía Local de Arona consideraba a Deyan Valentinov Deyanov una persona “violenta y peligrosa” que alteraba el orden público, tal como certificó en un informe elaborado a principios de este año, según confirmó ayer a DIARIO DE AVISOS el alcalde, José Alberto González Reverón, quien opinó que, sin embargo, legalmente el Ayuntamiento no pudo hacer más sin una autorización judicial.

“Es una pesadilla”

Reverón reconoció que el suceso “parece más una pesadilla que la realidad”, pero llamó a la calma “pues se trata de un hecho puntual, aislado, que podría suceder en cualquier parte del mundo desarrollado”. “Seguimos siendo un destino turístico seguro”, apostilló.

El concejal de Policía del municipio de Arona, Manuel Reverón, detalló que el pasado 9 de febrero la Policía Local , tras una denuncia contra Deyan por alteración del orden público, le requirió que se identificase, y mostró a los agentes el alta médica, fechada el 4 de febrero, del Hospital Psiquiátrico de Tenerife. “Al ver esto y que decía que era profeta de Dios en la Tierra, llamamos al 1-1-2, que desplazó a una ambulancia con un médico, que decidió ingresarle en el Hospital de la Candelaria”, explicó el edil. Sobre la orden de busca que pesaba sobre Deyan desde el 10 de mayo por una denuncia por agresión, el concejal aseguró que este escrito “llegó el día 12 a última hora a la Policía Local, que fue a buscarlo a la casa donde vivía pero no estaba”.

En el entorno donde ocurrió el suceso persiste el pavor. Ivon, empleada de una clínica dental, confesó que nunca podrá olvidar la cara de desesperación de una trabajadora del bazar chino que vino a pedir auxilio cuando Deyan mataba a Jennifer.