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Fraga y Doménech inauguran la XIX Universidad de Verano de Adeje

   

JOSÉ L. CONDE | ADEJE

El alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga y el rector de la Universidad de La Laguna, Eduardo Doménech inauguraron en la noche de ayer la XIX Universidad de Verano de Adeje, en un acto solemne celebrado en el convento del municipio, situado junto a la sede del Ayuntamiento. Sami Naïr, politólogo y sociólogo especialista en movimientos migratorios se encargó de impartir la lección magistral.

Durante el acto, el alcalde Rodríguez Fraga señaló que esta edición de la Universidad de Verano, que ya ha superado la mayoría de edad, se reinicia con la firma de un convenio con la ULL para crear el Campus Universitario de Adeje destinado a poder obtener el grado en Turismo. Señaló sus satisfacción por este acuerdo, que se rubricó en el acto de ayer, y destacó la importancia de la transferencia de conocimientos referidos al hecho turístico, que es una muestra de esperanza y de futuro.

Tras agradecer la colaboración con la Universidad lagunera, tomó la palabra su rector Eduardo Doménech, quien señaló que este convenio abre nuevas perspectivas para el futuro de todo el Sur, no solo de Adeje, aunque este municipio es un eje muy importante en el desarrollo social y económico del Archipiélago. Dijo que dada la longevidad de la Universidad de verano puede parecer una tarea cotidiana pero ponerla en marcha supone que cada año hay que superar al anterior. En esta ocasión son más de 1.000 los alumnos que se han matriculado en sus cursos.

Sami Naïr comenzó su lección inaugural comparando la cifra de alumnos que ya querrían para si las universidades francesas. Europa, la crisis económica, y el euro fueron los puntos que marcaron la intervención del sociólogo francés.

Naïr entiende que Europa se constituyó primero económicamente creyendo que así se avanzaría hacia la Europa política, pero esto no ha sido así. Esta situación “va a estallar” en cualquier momento sino se adoptan las medidas necesarias. Para ello pide entre otras consideraciones que se reconvierta el euro en una moneda que permita el crecimiento de todos los países.

Asimismo señaló que la nueva Europa necesita una política confederal donde se puedan decidir las grandes orientaciones con una “voz única y fuerte”, y no la situación actual donde mandan Alemania y Francia.

Asimismo pidió que el artículo primero del Banco Central contenga una regla de sí a los programas de estabilidad de los bancos en el continente, pero que a su vez estén condicionados a la creación de puestos de trabajo.