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Por José Carlos Alberto Pérez-Andreu >

Enhorabuena, Zona Centro

   

Desde que comencé a dedicarme a este maltrecho oficio del periodismo, hace ya tantos años que ni quiero acordarme (estoy en plena crisis de los cuarenta), siempre he escuchado a los representantes del pequeño y mediano comercio llorar como plañideras campaña tras campaña. Ya fuera Navidad o verano, llegara Alcampo o Mercadona, peatonalizaran las calles o se tuvieran que fijar las fechas de las rebajas. Por parte de quien los representaba, todo era una lúgubre queja que invitaba a cualquier cosa excepto a visitar un tétrico tejido comercial anclado en tiempos pretéritos, y sin nada que aportar poco más allá que algún curso de escaparatismo en unos momentos que pedían a gritos unión, ideas y sobre todo lógica comercial. Afortunadamente, los nuevos tiempos parece que van trayendo ilusiones renovadas y planteamientos en positivo. Los comerciantes de la Zona Centro de Santa Cruz de Tenerife han sido pioneros en pedir, y se les ha concedido por parte del Gobierno de Canarias, ser considerados como espacio de “gran afluencia turística”. Hasta ahora solamente existían municipios considerados como turísticos, pero no zonas específicas. Esto se traduce en una liberalización de los horarios. Zona Centro ha decidido que le quiere dar vida a sus comercios mucho más allá de los horarios hasta ahora concebidos. No era de recibo que una gran capital como la nuestra tuviera comercios que abrieran de diez a una y de cinco a ocho. Entre otras cosas, porque el gran flujo comercial, ya no sólo de turistas, sino de vecinos, toma como destino único las grandes superficies. Esto, en el mejor de los casos, porque si un crucero llega un domingo, apaga y vámonos. Santa Cruz era la ciudad del ridículo comercial: con un entramado armado con las capacidades para competir como zona comercial abierta y las calles vacías, con el cerrojo puesto. Ahora, los domingos y festivos se convierten en una nueva oportunidad para darle vida a esta desaprovechada ciudad.

Este es parte del motor del que hablaba el alcalde Bermúdez en su campaña. El Ayuntamiento debe engrasar ahora toda una suerte de resortes que ayuden al pequeño comercio a rentabilizar el sobreesfuerzo que lleva consigo atender al público los días de fiesta y en horas no habituales. La iniciativa de Zona Centro no beneficiará únicamente a las pymes, que también, sino que fomentará una manera nueva de vivir en Santa Cruz. Nos animará a descubrir y a disfrutar de posibilidades desconocidas para entretenernos en nuestro tiempo de ocio.

La apertura de los comercios lleva aparejada una ingente cantidad de atracciones y toda una ruta cultural de la que, además de los turistas, disfrutaremos los chicharreros. La Laguna dio el pistoletazo de salida a un nuevo modelo de ciudad, y Las Palmas de Gran Canaria ya ha solicitado al Gobierno el mismo reconocimiento turístico que nosotros. Alguien tenía que alzar la voz en Santa Cruz, y ha sido la Zona Centro. Enhorabuena.

josecarlosalberto@gmail.com
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