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Por Tinerfe Fumero >

La columna Churchill

   

El mensaje de Rivero y la actividad política en las Islas

¡Qué gran verdad dijo ayer Paulino Rivero cuando recordó que “la política es un ejercicio tan noble como necesario”! Más que nunca, era necesario que el presidente (hoy en funciones, mañana reelegido) apelara al trabajo duro de todos los diputados para que “la política de las Islas gane en calidad, altura, credibilidad y confianza”. Obras son amores y no buenas razones, pero más nos vale cuidar algo que tanto nos ha costado conseguir: un sistema de libertades públicas que, hoy por hoy, genera una desconfianza entre los ciudadanos que aterra.

Y leña a los del pleito

Si hay una manera de dignificar la política en Canarias es desterrar el pleito insular… que tanto consolida la marginación de las llamadas islas no capitalinas en beneficio de las supuestamente agraviadas. Sobre ello, Rivero estuvo hasta desafiante, al punto que advirtió que “no permitiremos que vuelvan” quienes dividen a los canarios por intereses espurios como, por ejemplo, vender más periódicos.

Quiénes han cambiado

Tras observar las imágenes del discurso de ayer y compararlo con el de hace cuatro años se observan, claro, muchas diferencias. Pero lo más llamativa es comprobar cómo las reacciones de PP y PSC-PSOE son perfectamente intercambiables. Tanto su crítica como su respaldo de antemano parecen escritas de antemano. ¿O no se imaginan a Juan Fernando López Aguilar asegurando que “decepciona tanto la forma como el fondo” mientras José Manuel Soria destacaba que “ha tocado todos los temas”. En realidad, los entrecomillados son de María Australia Navarro y Fajardo Palarea ayer, pero como si tal.

Los recursos de la delegada

Después de escuchar con atención a la nueva delegada del Gobierno de España en Canarias, Dominica Fernández, sólo resta elucubrar acerca de su talento innato para la organización o quizás acerca de su liderazgo natural. Porque para el cargo que hoy ocupa no la eligieron por sus similitudes oratorias con Emilio Castelar. Va a ser que no, oiga.

Confundir el síntoma con la enfermedad no es de recibo salvo que sea otra cosa

Cuenta el telediario que el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha puesto como ejemplo el movimiento del 15-M como señal de que los sistemas políticos de Occidente requieren de cierta regeneración, por decirlo de alguna manera. O sea, que para Ban Ki Moon hay que ponerse las pilas cuando la gente protesta, no cuando se llega a tasas de desempleo rayanas al 30%. Una de dos, o confunde el síntoma con la enfermedad, o le ha traicionado el subconsciente.