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Por Leopoldo Fernández >

Medida acertada

   

Poco antes de abandonar su cargo, María del Mar Julios, consejera en funciones de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, ha prestado a la ciudad de Santa Cruz de Tenerife un servicio impagable. Con el informe favorable del ayuntamiento capitalino y del Gobierno de Canarias, ha aprobado para el casco histórico la declaración de Zona de Gran Afluencia Turística, lo que significa que los comercios incluidos en ella zona podrán permanecer abiertos, sin sujeción a restricciones horarias dentro del máximo de 90 horas semanales que fija la ley vigente y que más pronto que tarde habrá que ampliar por razones de oportunidad. Todos los establecimientos afectados por la medida podrán abrir sus puertas los domingos y festivos con excepción de aquellos de más de 300 metros cuadrados o que sean considerados de gran implantación, otras dos singularidades que con el tiempo también será necesario alterar. Con disposiciones de este tenor, y pese a la recesión económica que atraviesa el país, se puede contribuir a la revitalización de Santa Cruz, en especial durante los fines de semana, mediante el estímulo de la demanda de bienes y servicios, además de atender las necesidades objetivas que imponen los tiempos en función de las nuevas costumbres, los horarios de trabajo y los hábitos de compra; en definitiva, las pautas sociales y las conveniencias de los residentes y visitantes a lo largo de todo el año. No parece normal que, con o sin incidencia del turismo, la capital tinerfeña se encuentre los domingos y festivos, por imperativo legal, sin una amplia oferta de servicios comerciales y de ocio propios de cualquier ciudad moderna. Al menos debe ofrecerse a los particulares la posibilidad de abrir sus negocios al público -siquiera sea en esa zona acotada, considerada como el pulmón comercial de la capital- si así lo consideran oportuno, con la vista puesta en su eventual ampliación y la de los horarios de servicio, si las circunstancias lo aconsejan. Así lo venían reclamando desde hace tiempo los ciudadanos, a través de las asociaciones de consumidores y de las agrupaciones profesionales, sindicales y patronales, a la vista del deterioro que sufre Santa Cruz y de la necesidad de proyectar la ciudad hacia el turismo, para lo que resulta imprescindible mejorar sus atractivos, equipamientos y ofertas. Ahora sólo falta que el ayuntamiento aplique un plan de choque para mejorar la limpieza y la seguridad, junto al cuidado de parques y jardines y del aspecto exterior de las viviendas -para éstas existen normas de excepción aplicables-, de las cuales algunas requieren urgente atención por su lamentable deterioro.