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Por Manuel Iglesias >

Unos socios de poco fiar

   

La descomposición del PSOE ha tenido un nuevo episodio, con la moción de censura que el grupo de los que dicen ser socialistas herreños, en colaboración con los consejeros conservadores del PP, han presentado en el Cabildo de esa Isla, incumpliendo los pactos firmados por la dirección de su partido y llegando al punto de amenazar con marchar de éste y fundar otra fuerza política.

En la época de Felipe González alguien mantenía comportamientos fuera de la disciplina del partido al que voluntariamente se habían afiliado y prometido respeto a sus normas de funcionamiento interno y, además, amenazaban a la dirección con marcharse, y los dirigentes se hubieran precipitado a abrirles las puertas para no retrasar su salida del partido, mientras los ayudaban a gorrazos. Hoy, cualquiera establece por su cuenta cuál tiene que ser la línea del partido en esta o aquella corporación y no sólo incumple, sino que sale a los medios de comunicación para jactarse con petulancia.

Las siglas del PSOE por lo visto son buenas y cómodas para presentarse a una elección, pero ahora parece que no van más allá de proporcionar un paraguas ideológico con el que refugiarse a la hora de ir a las urnas, pero que luego se pliega a voluntad del que tiene el mango. Eso se está viendo no sólo en El Hierro, sino en varios municipios de La Palma y también en Tenerife, donde, por ejemplo, en Santiago del Teide el único concejal socialista pactó con el PP para ser el alcalde-títere (él solo frente a quienes lo sostienen y de quienes depende seguir cobrando, ya me dirán) y no pasa nada. No hay capacidad coercitiva sobre quienes afirman ser de un partido y luego responden únicamente ante sí mismo.

Ese es el problema, que no pasa nada. En ocasiones los medios de comunicación confundimos a la opinión pública cuando hablamos de que estos o aquellos indisciplinados son expulsados, pero eso no es del todo exacto. Se les abre expediente de expulsión (si es que se llega a concretar la amenaza verbal) y después todo entra en un proceso burocrático lento y en el que sucede eso, en el que no pasa nada.

¿Alguien recuerda que algún socialista finalmente haya sido expulsado por estas indisciplinas? Pero si incluso la madre de Leire Pajín, la entonces secretaria de Organización del PSOE nacional, junto a un grupo de concejales del PSOE protagonizaron una alianza con tránsfugas para tomar el poder en Benidorm y se les abrió el famoso “expediente de expulsión”… hasta las siguientes elecciones locales en que nuevamente fueron en las listas socialistas. ¿Y de qué se van a quejar si encima atrapan otro Cabildo, aunque sea por la puerta de atrás y con extraños compañeros de ganzúa?

Pero no crean que sólo los socialistas son los que incumplen. También Coalición Canaria en Lanzarote no siguió el pacto y, en lugar de formar alianza con el PSOE, lo hizo con PP. ¿Y qué ocurrió? Nada. No pasa nada… Vaya tropa.