Apuesta fallida – Por Óscar Herrera

Una apuesta llamativa. Así podríamos calificar el regreso de Víctor Bravo poco más de cinco meses al CD Tenerife cuando estaba con los dos pies fuera del club. Su salida ahora en el mercado de invierno no hace sino ratificar que su retorno al equipo fue una decisión equivocada. Por encima de las circunstancias y del distanciamiento entre el jugador y el entrenador, había detalles que invitaban a pensar en que Bravo no tendría un buen año en el Tenerife. Pero empezó la liga y empezamos a observar el cambio radical del jugadores que la temporada anterior no habían brillado, y que esta campaña mostraban más de lo que vimos en el curso anterior. Casos como el de Loro, Tarantino o David Medina, fueron ejemplos gráficos de esta metamorfosis futbolística. Pero con Víctor no sucedió. Jugó en Ourense al comienzo de liga, marcó un gol, y ya no supimos más de él hasta que Cervera comenzó a señalarle la puerta de salida. No es mal jugador, es un buen profesional y un buen tipo, pero no ha cuajado en el Tenerife. ¿Culpa de alguien? No lo creo; esto pasa en el fútbol a menudo y no nos empeñemos en señalar a nadie para encontrar la explicación de su caso y su salida por la puerta de atrás. Le deseo lo mejor allá donde vaya.

Por cierto, espero que la incorporación de Rigo sea más productiva que la de Bravo. El defensa balear viene poco rodado, y supone una contradicción con lo dicho por Medina y Cervera, que buscaban un central experimentado y con minutos jugados en esta temporada, algo que, sinceramente en el mercado invernal es casi imposible de encontrar. Teniendo en cuenta la escasa presencia estas dos ultimas temporadas de Rigo en partidos oficiales, es un fichaje sorprendente y arriesgado. Con Amado no se acertó, visto lo poco que confía el técnico blanquiazul en el grancanario; con este refuerzo llegado de Soria, espero que el scouting hecho por Medina haya sido más certero que con el ex del Vecindario. Sea como sea, creo que esta plantilla, sin ningún fichaje era ya de garantías para pelear por el ascenso con bastante optimismo, pero ya se sabe: si tienes un par de calzoncillos, viaja siempre con alguno más por lo que pueda pasar. Fondo de armario lo llaman.