Cómo masacrar jóvenes impunemente – Por Gerardo Daniel Settecase

Mientras sesenta estrellas pop de la política discutían en Chile las mismas cuestiones en las que -como desde hace décadas- nunca lograrán acuerdos, en una ciudad de Brasil un grupo de empresarios, políticos, burócratas y seudoartistas, asesinaban a 234 jovenes en la discoteca Kiss, tras poner en marcha el mismo método que costara la vida de cinco jovenes en el Madrid Arena hace pocos dias, 21 en el Loveparade de la ciudad alemana de Duisburgo en 2010, y a 194 en la discoteca Cromagnon en Buenos Aires en 2004.

Las causas, idénticas: Demasiado aforo, incendios inducidos, seguridad y sanidad insuficientes. Y responsables de idéntico perfil, portando un Manual Práctico de como masacrar jóvenes: Regla Uno: ser empresario ávido de ganancias ilimitadas en lo posible evadibles al fisco. Regla Dos: tener contactos dentro del Ayuntamiento que autoricen el uso de recintos no aptos para el aforo deseado, flexibilizando exigencia (A veces son necesarios aportes a policía y bomberos).
Regla Tres: En el escenario descerebrados como Callejeros en Argentina, los DJs del Madrid Arena, o los integrantes de Gurizada Fandangueira en Brasil, que incitan al desenfreno extremo o ellos mismos generan la tragedia encendiendo bengalas.

El saldo fatal mañana será olvido en el colectivo social, mas aun cuando, salvo el caso de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseuff, el resto, cada uno a su turno, ninguna autoridad nacional tuvo la dignidad de acercarse a las familias de las víctimas.

Ni una Angela Merkel para quien masacre solo equivale a nazismo; Nestor Kirchner que la equiparaba solo a militares genocidas, o Mariano Rajoy que necesita a ETA como actor principal, por lo que no decidieron aún perseguir sin piedad a los culpables de que cualquiera puede seguir masacrando nuestros jovenes impunemente. En América o en Europa. Lo que les convierte en cómplices.

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