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El alcalde que se dice de izquierdas – por Ana Dorta*

   

Existe una vieja leyenda que afirma que todos los pueblos tienen una natural tendencia a dejarse engañar por sus gobernantes. No estoy muy segura de que esto sea así, pero en Guía de Isora está bien documentada la existencia de un nutrido grupo de paisanos que aseguran que su alcalde es “un buen chico” y, además, “de izquierdas”; intelectualmente de izquierdas, de los de antes, y que hace todo lo que puede por el bienestar de sus conciudadanos. Si no engañados, un poco despistados sí que están estos buenos paisanos y en este artículo repasaré algunos episodios que, por mi condición de concejala en la oposición, vienen a demostrar -por sus actos los conoceréis- que el “buen” alcalde “progre y de izquierdas” podría mejorar mucho si se aplica en aplicar -valga la redundancia- los valores democráticos en todo el significado y extensión de la palabra.

En primer lugar, podría comenzar por respetar el trabajo que hacemos los concejales que desempeñamos tareas de oposición. Y les cuento por qué. No seré yo quien ponga en duda la buena voluntad de Pedro Martín por mejorar en lo posible nuestro querido municipio; estaría bueno, pero si democrático es que el buen alcalde “progre y de izquierdas” trabaje por su pueblo, igual de bueno y democrático será que los concejales de la oposición dispongamos de un despacho para poder realizar dignamente nuestro trabajo político en las instalaciones municipales. A fecha de hoy no tenemos ningún espacio y, mucho menos, un despacho en el Ayuntamiento, por la gracia del señor alcalde “progre y de izquierdas”. Tampoco estaría mal, y además creo que sería buena idea que el alcalde “de izquierdas” volviese a poner la hora de los plenos por la tarde, como es habitual en el resto de ayuntamientos de Tenerife, y no a las diez de la mañana con la intención de dificultar la asistencia a los vecinos y -por supuesto- a los concejales que simultanean el ejercicio de la actividad política con la actividad laboral. Lo de facilitarle información a la oposición, hacerle llegar los expedientes en tiempo y forma con el sano fin de que se preparen los plenos y poder hacer una oposición correcta y democrática es algo que el alcalde “progre y de izquierdas” debería replantearse y, por supuesto, hacer; no como ocurre en la actualidad. Conservamos para la historia de Guía de Isora un voluminoso archivo repleto de trampas y triquiñuelas de las que suele poner en práctica nuestro alcalde “de izquierdas” -a modo de “tahúr del Misisipi”-, como diría su admirado Alfonso Guerra, para la que esto escribe no pueda participar regularmente en las sesiones de órganos consultivos tan importantes como el Consejo Escolar Municipal. Y es de lamentar mis ausencias ya que, por mi condición de docente con algunos años de experiencia, le podría dar una visión práctica, útil y enriquecedora al consejo. Es muy probable que me estén dificultando las asistencias porque al alcalde “progre y de izquierdas” no le gusta que mi presencia perturbe su empeño “evangelizador” ante los integrantes de este Consejo Escolar. A título de ejemplo les cuento que no pude asistir a la última reunión porque el alcalde “progre y de izquierdas” dio orden de que mi convocatoria se arrinconara en una bandeja en las instalaciones de la Policía Local. En fin, no les quiero cansar con todo esto, solo aspiro a que mi alcalde, que se dice “de izquierdas”, tome buena nota de que por autotitularse “de izquierdas” no se es “de izquierdas”. Hay que dar ejemplo y, sobre todo, no olvidar. Señalo a la mala memoria de Pedro Martín porque parece que se le ha olvidado, al todavía alcalde, que de los 21 concejales que representan a nuestro municipio diez estamos en la oposición y representamos también a los vecinos del pueblo. A Guía de Isora la queremos los dos; tanto él como yo.

*Portavoz de Coalición Canaria en el Ayuntamiento de Guía de Isora