Del huerto directo a la mesa

El alcalde presidió ayer la entrega a los adjudicatarios de las parcelas de huertos urbanos. / FRAN PALLERO

YAZMINA ROZAS | Santa Cruz de Tenerife

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife sorteó ayer las parcelas del huerto urbano de El Sobradillo entre los 17 vecinos adjudicatarios, que, a partir del próximo viernes, podrán empezar a trabajar en ellas para cultivar sus productos para autoconsumo, ya que uno de los requisitos es que no se pueden vender.

“Pueden ser para autoconsumo, intercambiar entre ellos, regalar… pero nunca comercializar porque es un suelo público y no se puede utilizar para hacer negocio”, explicó la concejal de Medio Ambiente, Yuri Mas, quien estuvo en el acto del sorteo acompañada por el alcalde, José Manuel Bermúdez, y representantes de la empresa Gaia, que ofrecerá la formación, y también de la Fundación La Caixa, que colabora en la iniciativa.

La edil añadió que, además, el huerto debe de ser “100% ecológico” por lo que tampoco se podrán utilizar fertilizantes o productos químicos. Los adjudicatarios empezarán a recibir ya a partir del próximo jueves clases teóricas, por parte de la empresa Gaia, sobre cómo funciona un huerto ecológico, las principales técnicas de cultivo, el uso responsable del agua, la gestión de los residuos o los deberes de los hortelanos, entre otros temas. Al día siguiente, los vecinos podrán comenzar a trabajar la tierra con las semillas y herramientas que se les aportarán desde el Ayuntamiento porque “de lo que se trata es de que no tengan que invertir nada”, indico la edil del área.

De las 20 unidades que tiene el huerto de El Sobradillo se han adjudicado 17. / J. G.

Perfiles solicitantes

Esta iniciativa ha atraído perfiles de todo tipo, después de que se abrieran las bases para cualquier vecino del municipio y no solo para mayores de 60 años. Desde familias hasta jubilados, y muchas mujeres presentes también. Alba Torres fue una de las adjudicatarias y es también presidenta de la Asociación Mariposas Blancas. A su juicio, “es una iniciativa bastante buena” porque “va a dar la oportunidad de alimentar a muchas familias que pasan hambre”.

José Antonio Morales tiene otra de las 17 parcelas y también considera que es una buena idea, aunque mostró su disconformidad con que no se puedan usar productos químicos porque “es una zona en la que hay mucha plaga de pulgones”. Este vecino señaló, además, que, a su juicio, “no es una tierra de calidad apta para la agricultura, porque la primera capa es pura piedra y es tan mala la tierra que no crece ni la hierba si no se echa fertilizante”.

En esta línea, otra de las adjudicatarias, Yeya López, también apunta que la tierra no se ve de calidad y que “hace falta mezclar estiércol”, pero reconoció que se trata de una experiencia positiva que habría que repetir en otros puntos del municipio “porque en vez de ir al mercado, pues algo se puede recoger de la huerta y es más natural”.

A este respecto, la concejal de Medio Ambiente explicó que “cuando se preparó el huerto se puso una tierra preparada pero como ha pasado tiempo hemos pedido que nos faciliten metros cúbicos de compost para volver a preparar la tierra y fertilizarla”.