X
EL HIERRO >

A toques de pito

   

BAJADA VIRGEN DE LOS REYES HIERRO PITOS

Antonio Chinea Quintero, el primero por la derecha, en las calles de Valverde, tras una de las llegadas de La Bajada. / DA

NORBERTO CHIJEB | Santa Cruz de Tenerife

Antonio Chinea Quintero, de padre gomero y madre herreña, está pegado como una lapa a La Bajada y en realidad no recuerda perderse alguna desde que tiene conciencia, porque pronto empezó, desde niño, a tocar el pito. Ni siquiera el hecho de trasladarse a Tenerife le alejó del tradicional pito herreño.

Preguntar a un herreño por qué hace La Bajada es casi una herejía, pero Antonio recuerda como empezó con la tradición: “En mi familia había dos tocadores de pito, dos tíos ya fallecidos, el mayor, mi tío Ramón, emigró a Venezuela y allí murió en accidente de coche. Yo aprendí de mi tío Goyo, que también murió en accidente de coche, que enseñó a muchísima gente en El Hierro”, afirma con evidente nostalgia, quien desde 1981 siempre ha salido desde La Dehesa acompañando la Virgen, si bien en los años sesenta, apenas un crío, ya empezó a participar en el festejo, influenciado por su familia: “Mi padre tocaba el tambor. Dos tíos eran bailarines, también un primo, ninguno de ellos participa ya; sí que lo hacen otros primos más jóvenes que yo”.

“En las rayas hay jaleo porque el que entrega la Virgen quiere tenerla más tiempo”

Para él lo más complicado de La Bajada es el cansancio “por la cantidad de horas que dura; desde las cinco de la mañana hasta las diez, once o doce de la noche”. “Quizás la parte más dura sea al final, por la cantidad de horas que llevas acumuladas en el cuerpo y en las piernas. No conozco ninguna romería o similar que dure 15 horas”, afirma Antonio Chinea, todo un especialista también en senderismo y carreras de montaña y que recomienda para el camino “una mochila con algo de comida y agua y un buen calzado”.

Espera que este año La Bajada no sea protagonista por los incidentes, como el ocurrido hace cuatro años, aunque reconoce que “en las rayas se forma el jaleo, porque el que entrega la Virgen lo retrasa todo lo posible, para tenerla más tiempo”, no hay otro motivo de discusión. Tampoco piensa que este año porque “El Pinar tenga municipio propio no tiene por qué cambiar en absoluto el devenir de La Bajada”.

Una Bajada que dentro de un mes se convertirá en subida. “Este año, concretamente, sí pienso ir. Conozco gente que la prefiere a La Bajada, porque hay menos aglomeraciones”, manifiesta Antonio que desde ayer se encuentra ya en su Isla pendiente de los clásicos cuatro toques del pito. “Siempre voy tocando el pito, por eso nunca he podido cargar la Virgen”, señala con cierto desconsuelo.

Trescientos efectivos velarán por la seguridad

Trescientos efectivos velarán por la seguridad en La Bajada, informó el Cabildo de El Hierro, cuando dio a conocer los pormenores relativos al Plan de Autoprotección de la fiesta cuatrianual.

El presidente insular, Alpidio Armas, y la consejera de Seguridad y Emergencias, María del Carmen Morales, fueron los encargados de informar de todo lo relativo a la seguridad en el marco de La Bajada. Morales afirmó que desde el 1 de julio funciona el servicio de atención permanente 24 horas de las emergencias insulares, gracias a la incorporación reciente de 17 profesionales provenientes de un plan de empleo.

La consejera recordó que en esta edición de La Bajada casi se ha cuadruplicado el transporte público de viajeros hasta La Dehesa para iniciar el recorrido andando y se han ampliado las zonas de aparcamiento en La Cruz de Los Reyes, para que exista una mayor fluidez en el Camino.

El Hierro recibe estos días por vía marítima y aérea a 8.989 personas, 1.814 vehículos y 80 caravanas (tendrán una zona de aparcamiento específica en el recorrido), cifras que aumentan con respecto a la edición de 2009.

Alpidio Armas tuvo palabras de agradecimiento por el esfuerzo realizado para todos, aunque no evitó palabras de reproche hacia la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias por los escasos efectivos (1 médico y 1 enfermero) destinados a La Bajada frente al despliegue de 2009.