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Arguama de Igueste de Candelaria

Uno de los secretos del Arguama de Igueste de Candelaria es el buen trabajo que realiza con las categorías de base. / SERGIO MÉNDEZ

LUIS DE LA CRUZ | Candelaria

Llegó agosto: mes de reconocimiento y de fervor a la Patrona de Canarias. Candelaria se ha convertido en un referente de la lucha canaria y en un núcleo poblacional donde se vive la lucha con pasión. Igueste de Candelaria es modelo de trabajo con la base. Marcos Déniz llevó a lo más alto al equipo de cadetes: campeón de Canarias, de la Liga de Tenerife y de Copa.

Es el armazón del futuro de este conjunto, muy bien trabajado por una persona que entiende mucho del trabajo con los más pequeños y sacar lo mejor de los luchadores jóvenes. Germán Pérez renovó, un año más, como máximo responsable técnico de este equipo y se ha convertido en el principal activo de la escuadra iguestera.

Su objetivo es participar en Tercera Categoría, aunque si la Segunda se pone a tiro tienen solera suficiente para participar en la división de plata. De momento su intención es la de la división de bronce y cuidar el futuro. La Escuela Municipal es el espejo donde mirarse y para mantenerla deben seguir teniendo el respaldo municipal. En las categorías inferiores cuentan con luchadores de gran nivel para pelear por puestos altos en las diferentes competiciones donde van a participar. En el pasado ejercicio estuvieron a punto de conquistar la Mutua Tinerfeña, pero al final la victoria se la adjudicó el Rápido de Ravelo.

Otra de las máximas de la directiva candelariera es intentar recuperar su afición. Llenar el terrero Pollo de la Trinidad es una de sus máximas para el próximo ejercicio.

NUEVO RETO

Por el otro lado del barranco, el Araya hizo el año pasado una apuesta clara por la Primera Categoría, pero las cosas no salieron bien. El equipo no tuvo fortuna en la Liga y no pudo cumplir con los compromisos con sus luchadores y la escuadra se rompió y no participó en la Copa en ninguna de las categorías.

No quedó más remedio que cerrar las puertas, pero con la ilusión de salir de nuevo este año en competición. Su sitio natural, por el momento, es la Tercera Categoría, aunque uno de los equipos más laureados de todos los tiempos en Canarias también puede buscar acomodo en la nueva Segunda Categoría, si finalmente sale.

Otro de los objetivos primordiales del Araya es seguir trabajando con las categorías inferiores y convertirse en uno de los referentes del trabajo con los más pequeños.

Vive en el municipio, pero nunca más se supo desde que dejó de entrenar al Arguama. Su forma de entender las cosas y la manera de trabajar sirvió para que lo conocieran como el Guardiola de la lucha. Marcos Déniz es posiblemente uno de los grandes entendidos de esta disciplina deportiva y, de momento, sigue en dique seco, posiblemente por decisión propia. Por tanto y, más allá de ideologías, Déniz puede liderar un proyecto de futuro.