Recupera el gol, pero no la victoria

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Los jugadores celebran el primer tanto marcado en la tarde de ayer en el Heliodoro. / S. M.

MARTÍN-TRAVIESO | Santa Cruz de Tenerife

Cuatro malditos minutos condenaron al CD Tenerife a solo cosechar el segundo empate de la temporada, por lo que se le sigue resistiendo el primer triunfo de la temporada. Como consuelo, ya llegaron los primeros goles de la temporada y tenían que ser precisamente Luismi loro y Aridane Santana, máximos realizadores de la temporada pasada, los que rompieron el maleficio que persiguió al equipo en los primeros tres partidos de la temporada. Resultó ser mucho mejor la escuadra local durante el primer acto, lo que le permitió marcharse al descanso a los vestuarios con una mínima ventaja de 1-0, pero el Barça B protagonizó un inicio de segunda parte fulminante y en apenas cuatro minutos le dio la vuelta al marcador. Tuvo que salir al rescate de su equipo el delantero grancanario, que marcó el definitivo 2-2 que no satisface a los pupilos de Álvaro Cervera, quienes siguen instalados en la parte baja de la clasificación.

Justamente fue Aridane una de las novedades en el once inicial local. La otra fue Llorente en el lateral zurdo.

Apremiado por la necesidad, el Tenerife saltó decidido a aprovechar el tiempo. Desde el inicio apuró el tiempo con la intención de buscar la meta defendida por Masip, ayer el mejor de los suyos en la primera mitad. No había transcurrido dos minutos, cuando se internó con velocidad Suso por la derecha. Probó fortuna primero Loro y el balón rechazado le llegó a Rivero, quien también lo intentó, pero se encontró con la espalda de Aridane, en esa ocasión improvisado defensor de los catalanes. Luego llegó el turno de Cristo, con el mismo resultado aunque fuera por la izquierda.

El dominio ya era local entonces y el filial sólo inquietaba cuando el Tenerife lo permitía. Así sucedió cuando Bruno se complicó a la hora de sacar un balón en la zona de centrales. A punto estuvo de costarle un disgusto a Aragoneses.

No obstante, a los culés les mantenía más ocupados frenar el ataque del Tenerife que crear sus propias ocasiones.

Corría el cronómetro por el minuto 11 cuando Aridane disfrutó de una buena oportunidad. le robó por detrás la cartera a Bagnack y quiso sorprender a Masip con un disparo lejano y elevado. Retrocedió a tiempo el meta catalán, que desbarató la ocasión del de Vecindario.

Al cuarto de hora, Cristo Martín aprovechó otra concesión en defensa, pero volvió a toparse con un gran Jordi Masip, que envió a córner.

No obstante, era obvio pensar que alguna de las intentonas blanquiazules conseguirían su objetivo. Efectivamente, así fue. Tuvieron que esperar los aficionados blanquiazules 308 minutos para ver el primer gol del campeonato. Luismi Loro sacó a relucir su excelente puntería para aprovechar un libre-indirecto que se produjo dentro del área catalana. Con un disparo cargado de potencia y precisión, el de Fuenlabrada batió a Masip. Un golazo que llegó en el minuto 37 de partido.

No hubo tiempo para mucho más. Tiempo de descanso y jugadores a los vestuarios. Había satisfacción en la parroquía local, pero lo que nadie sospechaba era que el inocente Barça cambiase tanto en la segunda parte.

EN LA SEGUNDA MITAD SE VIO A OTRO BARÇA

Primera jugada de la segunda parte y el Barça B, que ni siquiera había disparado entre los tres palos durante la primera, logra su primera diana, obra de Javier Espinosa. Con un disparo con la izquierda, el manchego empató. El 10 azulgrana fabricó la jugada, se llevó el balón entre varios rechaces y la colocó a la izquierda de Sergio Aragoneses. Este gol le dio vida a los visitantes, pero noqueó a los locales. Tres minutos después, Dani Nieto anotó el 2-1. Joan Román prolonga de espuela para Sandro y el grancanario ofrece una asistencia medida para que Nieto metiera el segundo a placer.

Se encendieron todas las luces de alarma en el Heliodoro con este 1-2 que no hacía justicia a los méritos que habían hecho los tinerfeñistas. Le tocaba reaccionar a Cervera. Y lo hizo. Dejó entrar a Ricardo, Aday y Ayoze, que relevaron a Cristo, Aitor y Rivero. Esta vez sí fueron revulsivas las sustituciones y le aportaron al equipo el oxígeno que necesitaba para recuperar el control del duelo y para aproximarse nuevamente con peligro a la meta culé.

Así llegó la igualada, que comenzó cuando Ayoze, con la zurda, envió largo un pase que controló a la perfección con el pecho Aridane Santana. Con un posterior regate se deshizo de Planas, para luego poner el balón al segundo palo, lejos del alcance de Masip. Así se llegó al definitivo empate a dos.