La economía sumergida quita a las Islas 800 millones en recaudación
Imagen de los miembros del Instituto Español de Analistas Financieros que elaboraron el informe. | J. GANIVET
M. FRESNO | Santa Cruz de Tenerife
La alta tasa de paro coloca a Canarias a la cabeza de la economía sumergida. Este tipo de fraude se está convirtiendo en un auténtico problema, especialmente ahora, en época de crisis y no solo porque provoca desigualdad, sino porque ofrece una imagen distorsionada de la verdadera situación económica de un país.
Profundizando en este idea, el Instituto Español de Analistas Financieros en Canarias (IEAF), que preside, Francisco Javier Torres, presentó ayer en el Club Oliver en Santa Cruz de Tenerife un documento de trabajo que bajo el titulo: La economía sumergida en España, analiza este fenómeno que coloca a las Islas a la cabeza a nivel nacional.
En Canarias, ésta se sitúa en torno al 28,7%, con un importe de PIB sumergido de 11.653 millones de euros. “Aproximarnos a los niveles medios de economía sumergida de los grandes países europeos significaría recaudar entre 18.000 y 20.000 millones de euros al año, en el territorio nacional. En Canarias la cifra rondaría 800 millones de euros”, dice el documento.
El importe estimado de la economía sumergida en España es de alrededor del 18,6% del PIB, de acuerdo con las últimas estimaciones, y por encima del 20% conforme a otras mediciones realizadas. Una cifra que, según resalta, se encuentra en unos niveles “inaceptables” y muy alejados de los de otros Estados europeos como Austria, Holanda o Suiza (por debajo del 10% del PIB), de Francia y Reino Unido (en torno al 10%) o de Alemania (en torno al 13%). Del total de economía sumergida se estima que en torno a un 8% del PIB es consecuencia del fraude en materia laboral, lo que en términos de empleo equivaldría a al menos 1 millón de puestos de trabajo que deberían aflorar, 60.000 en el Archipiélago. Las causas hay que buscarlas en el aumento de la carga fiscal, la falta de conciencia fiscal entre la ciudadanía, la sobrerregulación y las rigideces del mercado laboral, incluyendo la gran cantidad de pymes que hay en las Islas.
Ámbito laboral. Por un lado hay que continuar con las reformas del mercado de trabajo, especialmente en lo que se refiere al emprendimiento, al uso de los contratos indefinidos y a la introducción de una mayor flexibilidad en la contratación. Reforzar las figuras del empleo a tiempo parcial y la de aprendiz para reducir el elevado paro juvenil; focalizar el elevado abandono escolar y potenciar el papel de la formación profesional.
à Ámbito fiscal. Entre las propuestas para mejorar el fraude fiscal, el documento destaca: la simplificación de las figuras impositivas y una mayor sencillez de los impuestos, combatir la existencia de paraísos fiscales, y potenciar las actuaciones de inspección en el ámbito de la investigación en lugar de la mera comprobación de los datos.
Mayor conciencia tributaria. Dado que muchos de los problemas referidos tienen hondas raíces sociales, resulta imprescindible aumentar la sensibilización fiscal de los ciudadanos, a través de programas de información, comprensión y educación en medios de comunicación e Internet. También sería aconsejable incluir cuestiones sobre fiscalidad en la ESO para inculcar a la juventud que el fraude fiscal es una relevante transgresión de las normas de convivencia y un atentado contra la sociedad.
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