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La lectura directa de la Biblia, el eje de una confesión que crece

   

J. L. C. | Santa Cruz de Tenerife

Con la entrega simbólica de 20 credenciales a líderes religiosos, el Gobierno concretó en 2010 el compromiso con el mundo evangélico para facilitar el ingreso de pastores de diversos credos a los recintos hospitalarios, con el fin de que pudieran asistir espiritualmente a los enfermos y sus familias.

En Canarias, hasta hace un año ese acuerdo no se concretó en la presencia permanente de capellanes en hospitales y prisiones de las Islas. Sin embargo, desde el Consejo Evangélico del Archipiélago aseguran que se están dando “pasos firmes” para que esta presencia sea “cada vez mayor y más significativa”. Así, además de los centros hospitalarios públicos, también existen conversaciones para que a medio plazo se pueda ofrecer asistencia en los hospitales y clínicas privadas, además de en residencias y centros de mayores. “El objetivo no es solo ayudar a todos aquellos miembros y simpatizantes, también queremos que la gente que lo desee pueda acercarse y conocernos”, destacó Miguel Bernal, secretario del Consejo Evangélico de Canarias, que preside en la actualidad Philippe Chevalley.

La lectura directa de la Biblia es fundamental y uno de los primeros empeños de Lutero, el líder religioso que puso en marcha la Reforma en el siglo XVI, de la que derivan en mayor o menor grado de identificación los grupos cristianos evangélicos. No en vano, una de sus primeras acciones fue traducir la Biblia para que pudiese ser leída por el máximo número posible de personas, más allá del grupo de los eclesiásticos, como ocurría por ejemplo entre los católicos y los ortodoxos.

Los evangélicos no aceptan que el papado, las decisiones conciliares o en general la tradición tengan preeminencia sobre las escrituras, y si una institución (como el papado), una doctrina (como la de la transubstanciación durante la misa del pan y el vino en el cuerpo y sangre de Cristo) o una práctica ritual determinada (como el culto a los santos o a la Virgen) no tienen confirmación explícita en las escrituras no les resulta aceptable como genuinamente cristiana. Actualmente, las iglesias que crecen de modo más notable son las pentecostales (y carismáticas), que aglutinan a más de un tercio de los evangélicos del mundo. La gran mayoría de los evangélicos en España son conversos recientes (de los últimos 30 años), aunque dado el impacto antiguo de esta forma de cristianismo en nuestro país, está aumentando en número de evangélicos de segunda y tercera generación.