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Las nubes no eclipsan la Feria de la Ciencia de La Orotava

   

El eclipse de sol visto desde El Hierro. | Foto de <a href=

@gelmert" width="600" height="401" class="size-full wp-image-144617" /> El eclipse de sol visto desde El Hierro. | Enrique E. Domínguez

VERÓNICA MARTÍN | Santa Cruz de Tenerife

El espectáculo no fue completo. Las nubes que cubrieron el cielo de toda la Isla impidieron disfrutar de forma completa del eclipse parcial de Sol esperado para el mediodía de ayer domingo, 3 de noviembre. Sin embargo, gracias a algunos claros, se pudo captar ese sol mordido que tanto se esperaba. El eclipse se pudo seguir a través del programa Gloria que retransmitían desde un lugar muy concreto de Kenia, donde sí fue total, y un equipo de la expedición Shelios dirigida por Miquel Serra lo retransmitía para todo el mundo.

En Tenerife, las nubes impidieron que las actividades programadas tanto en el Museo de la Ciencia y el Cosmos como en la Feria de la Ciencia de La Orotava tuvieran el éxito esperado. De hecho, la nubosidad en toda la Isla permitió solo cazar algunos instantes del eclipse de forma muy puntual.

La robótica fue uno de los atractivos de la Feria. | MOISÉS PÉREZ

La robótica fue uno de los atractivos de la Feria. | MOISÉS PÉREZ

Pese a este inconveniente del tiempo, la décima edición del encuentro divulgativo de la Villa de La Orotava no pudo ser eclipsada. Desde las once de la mañana, miles de personas visitaron las decenas de carpas que se instalaron en la céntrica calle Carrera Escultor Estévez. Allí, los pequeños (y muchos grandes) ingenieros pudieron construir pasos colgantes y puentes romanos sin mortero de la mano del Museo Elder que visitaba exclusivamente Tenerife para participar en este encuentro.

Pero no solo hubo ingenieros por unos minutos en esta feria, el espacio del Centro de Investigaciones Biomédicas de Canarias (Cibican) mostraron cómo unos ratones modificados genéticamente para que no sintieran la sensación de saciedad al comer, engordaban y desarrollaban diabetes mientras los otros se mantenían sanos y delgados.

El paseo por las distintas disciplinas científicas era variado y, sobre todo, muy entretenido y divertido pues los centros de investigación y las asociaciones de aficionados a la ciencia invitados a la feria se esforzaron en mostrar su trabajo y en motivar la curiosidad con múltiples tareas. Así, los más atrevidos pudieron hacer combates de robots gracias a la empresa Robotechnic’s aprendiendo mucho de mecánica y de física.

Los problemas matemáticos atrajeron la atención del público. | M. P.

Los problemas matemáticos atrajeron la atención del público. | M. P.

Cita cono el vulcanismo
Los vulcanólogos tampoco faltaron a la cita y tanto el Instituto Vulcanológico de Canarias, el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas como la asociación AVCAN explicaron a los presentes cómo funciona un sistema volcánico, lejos de la alarma y cerca de la ciudadanía. La gran cantidad de voluntarios en estos estands demostró que se trata de la materia científica donde más se ha avanzado en los últimos años en compartir esa necesaria mentalidad de que la divulgación es una de las mejores maneras de prevención del riesgo volcánico.

En la parte biológica, los investigadores del Instituto de Productos Naturales (IPNA) del CSIC enseñaron -entre otras cosas- cómo funcionan, en la práctica, las trampas de feromonas ante las plagas. En el recorrido científico no podía faltar la astrofísica gracias al proyecto Gloria, vinculado al Instituto de Astrofísica de Canarias, que aportó un planetario portátil que era capaz de trasladar a los visitantes al Espacio, ya que muchos se quedaron con las ganas de usar las gafas especiales para ver el eclipse que se escondió tras unas amenazantes nubes.

Miles de personas confirmaron, una vez más, que la ciencia si se presenta de manera lúdica y amena, interesa mucho. Los retos matemáticos y geométricos de la Sociedad Isaac Newton y de Fundoro entretuvieron a muchos e hicieron mover la materia gris de más de uno. Tras la satisfacción de resolver uno de esos problemas daban ganas de gritar eso de ¡Eureka!
En definitiva, un domingo diferente en el que la lluvia apenas estropeó las ganas de los organizadores, la empresa Cienciamanía, por llevar la ciencia al público general. En el trascurso del evento, y celebrando estos 10 años, se reconoció el apoyo de las tres instituciones públicas que han contribuido a que esta cita se consolide: el Ayuntamiento de La Orotava; el Cabildo de Tenerife, a través de sus áreas de Innovación; y el Gobierno de Canarias con la Agencia Canarias de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI).

El alcalde de La Orotava, Francisco Linares, destacó el empeño de la organización en que este encuentro se convierta en una de las citas ineludibles del municipio y afirmó que ya desde esta semana preparan la próxima edición. Este décimo aniversario ha estado, también, especialmente reconocido con la mención de honor del concurso internacional Ciencia en Acción organizado, entre otros organismos, por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).