La antigua gañanía de la ladera de Martiánez, demolida por las obras

Estado en el que se encontraba la antigua gañanía en diciembre de 2012. | M.P.

GABRIELA GULESSERIAN | Puerto de la Cruz

La antigua gañanía de la ladera de Martiánez, que años atrás se proyectaba como sede de un museo etnográfico en el que conservar, mostrar e interpretar los usos y costumbres de los antepasados en esta zona, fue destruida en gran parte como consecuencia de las obras que se acometen desde hace una semana para afianzar este espacio protegido, estabilizar los taludes y frenar los continuos desprendimientos.

Los trabajos son responsabilidad del Cabildo de Tenerife, la administración encargada del mantenimiento y la seguridad de la ladera y en concreto, del área de Patrimonio. El jefe del servicio, Luis López Peñalver, asegura que “la casa estaba prácticamente derrumbada, las pocas paredes y bloques tenían una situación de inestabilidad y dado que no constituye ningún elemento arqueológico que forme parte del Plan Especial de Ordenación Laderas de Martiánez, elaborado en 2007 por Gesplan, ni que esté protegido como bien de interés cultural (BIC), se optó por primar la seguridad de las personas”, dado que es el motivo de la actuación, que es consecuencia de una denuncia vecinal.

En ningún momento se dijo que iba a ser motivo de una protección especial. | M.P.

López Peñalver informa que recientemente se desarrolló una reunión entre responsables del Consorcio de Rehabilitación Turística, el Ayuntamiento, Gesplan, la dirección facultativa de las obras y un responsable de Patrimonio Histórico del Cabildo, dado que se está elaborando un plan especial de la ladera. A este encuentro no asistió ningún miembro del Museo Arqueológico de Puerto de la Cruz, pese a que trasladaron su ofrecimiento de colaborar con este proyecto y a ser la entidad responsable de velar por el patrimonio arqueológico municipal.

Fuera de protección

En ese contexto, “en ningún momento se dijo que esa casa gañanía iba a ser motivo de una protección especial más allá de mantenerla en el sitio en el que se encuentra para que pueda mostrarse que allí había restos etnológicos, pero no arqueológicos ni protegidos como BIC, ya que la casa está fuera de protección”, insiste el jefe del servicio.

López Peñalver recalca que en las obras están interviniendo ingenieros, técnicos, botánicos y arqueólogos, tanto de la empresa responsable de acometerlas como de la corporación insular. En el caso de la pared, explica, “al no estar protegida, se decidió que la parte de bloque que estaba suelta se terminara de quitar porque no tenía objeto ninguno una situación de peligro o caída. Lo mismo ocurrió con las rocas que están a mitad de la ladera”.

Sin embargo, esta visión no es compartida por la Plataforma de Recuperación para la Ladera de Martiánez, cuyos integrantes consideran que se ha cometido “un atentado contra el patrimonio” en este espacio natural “que sí es BIC”. Para justificarlo, se remiten al documento de Gesplan, en el que se refiere a la gañanía como “restos de una casa tradicional canaria, semiderruida y en estado degradado, de interés etnográfico y cuya su recuperación es posible, incluso podría ser visitable en la puesta en uso de las laderas”, tal y como se preveía inicialmente.