El Ayuntamiento levanta la prohibición de baño en las playas de Güímar

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DIARIODEAVISOS.COM | Santa Cruz de Tenerife

El Ayuntamiento de Güímar ha decidido a mediodía de hoy levantar la prohibición de baño en todo el litoral del municipio, después de que los agentes de la Policía Local y el propio concejal delegado en materia de Salud Pública y Medio Ambiente, Sixto Alfonso, hayan comprobado que ya casi no hay aguavivas en las playas. El cierre se decretó el pasado miércoles y, como medida de precaución, se mantendrá la bandera amarilla hasta el lunes, con avisos para los bañistas en cartelería.

Sixto Alfonso destaca que “hemos comprobado en todas las playas del litoral que ya casi no hay ejemplares de Physalia physalis, salvo algunos muertos en la arena y rocas, de ahí que hayamos decidido sustituir la bandera roja por la amarilla”. No obstante, se continuará comprobando el estado de las zonas de baño durante todo el fin de semana y el lunes se tomará una decisión definitiva.

El Ayuntamiento de Güímar detectó el miércoles centenares de ejemplares de carabela portuguesa (Physalia physalis), especie conocida en las Islas como “aguaviva”, en todo el litoral del municipio. Alfonso explica que el Consistorio se puso en contacto con el departamento de Sanidad Ambiental de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, de los que el Ayuntamiento ha recibido asesoramiento técnico.

El concejal destaca que no han acudido personas con picaduras al Centro de Salud de Güímar, hecho que ha confirmado directamente el departamento que Alfonso dirige. Además, pide a los bañistas y usuarios de las playas que no toquen los ejemplares que encuentren en la arena y que tengan mucha precaución en el agua.

Los tentáculos de la physalia están provistos de cápsulas urticantes que pueden paralizar a un pez grande y afectar seriamente al ser humano. Su picadura puede provocar intenso dolor, problemas respiratorios e incluso una parada cardiaca, ya que la neurotoxina secretada por sus tentáculos tiene una alta toxicidad.

Si se recibe una picadura de esta especie, se debe acudir a los servicios de urgencias, pero previamente se recomienda lavar la región afectada con suero fisiológico o, en su defecto, con agua de mar, pero nunca con agua dulce, ya que facilita la absorción de la toxina. Se deben retirar con unas pinzas los restos de tentáculos que puedan quedar adheridos y no se debe frotar la zona afectada ni con arena ni con la toalla.