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La jugada – Por Charo Zarzalejos

   

En las próximas horas podríamos conocer de manera oficial quién encabezará la candidatura europea del Partido Popular. Todo apunta, y ese es el sentir casi unánime en Génova, que será el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete. Es posible que haya quien considere que no es el más indicado, pero lo cierto es que es el ministro mejor valorado. Tiene a su favor, no sólo la amistad y confianza de Rajoy, sino el acompañamiento que supone el que sus compañeros vean en él la mejor opción. El cabeza de lista es importante, pero detrás hay siempre una “jugada política” y más en el caso que nos ocupa. Mariano Rajoy no da puntada sin hilo, por eso, van a ser muy significativos, van a sugerir muchas crónicas aquellos otros nombres en posición de salida segura. No es lo mismo que en la lista se incluya a González Pons a que este continúe en Génova. No sería irrelevante que Ana Mato pasara del ministerio al Parlamento europeo y sería especialmente sugerente, aunque poco probable, que Rita Barberá, actual alcaldesa de Valencia, fuera incluida en la lista. Rajoy va a manejar la candidatura europea como una partida de ajedrez; es decir, no va a mover pieza alguna al azar y puede ocurrir que sin ruido alguno y sin aviso previo nos encontremos con serios movimientos tanto en el seno del PP y, en menor medida, en el propio Gobierno. Dice el presidente que él es un hombre previsible, y lo es, pero solo en la medida que no le gustan las estridencias, pero a partir de ahí, insisto que sin ruido alguno, no hay que descartar que nos sorprenda. Y la sorpresa puede ir en cualquier dirección: desde que Arias Cañete siga donde está -sería una enorme sorpresa- hasta que la eventual y supuesta crisis de Gobierno adquiera dimensiones por nadie apuntadas. A los periodistas esto de las quinielas nos encanta. Personalmente, tratándose de Rajoy renuncio a la quiniela. Cualquier cosa es posible.