La [segunda] Segunda Guerra Mundial

Montaje con los miembros de Recon25. | E.E.D.

ENRIQUE E. DOMÍNGUEZ | Santa Cruz de Tenerife

Madrugada del viernes 1 de septiembre de 1939, en uno de los puestos de guardia en la frontera entre Alemania y Polonia. El rugido de cientos de motores y el resonar de miles de botas al paso rompen inesperadamente la tranquilidad de la noche. La somnolienta guarnición del puesto fronterizo polaco despierta de golpe al ver, en medio de la oscuridad, cómo avanza directamente hacia ellos una interminable columna de tanques, vehículos e infantería alemana.

Incapaces de salir de su asombro, solo pueden observar con impotencia cómo las tropas de Hitler levantan sin oposición alguna la barrera que marca la frontera para internarse con paso firme en Polonia. Sin saberlo, están siendo testigos del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, el conflicto armado más devastador conocido por la Humanidad, y que habría de cambiar para siempre el mundo a nivel político, social, económico y territorial.

Casi 75 años después de aquella lejana madrugada, la Segunda Guerra Mundial sigue despertando un enorme interés, no solo entre historiadores, escritores o amantes de la historia, sino también entre muchísimas otras personas interesadas, de una u otra manera, en conocer los acontecimientos, las batallas, los personajes y las estrategias de aquellos cruentos años. Algunos aficionados llegan a profundizar en la época de tal manera que los lleva a vivirla y sentirla de una manera muy especial, convirtiendo ese interés en una auténtica pasión a la que dedican gran parte de su tiempo. Es el caso de los integrantes de la Asociación de Recreación Histórica Recon25, un grupo de aficionados que un día decidieron mostrar su pasión y compartirla con el público en general. Para ello se reúnen regularmente, charlan, debaten, coleccionan y, sobre todo, participan en actos públicos en los cuales, perfectamente uniformados y pertrechados como auténticos combatientes de la Segunda Guerra Mundial, recrean escenas de combates y de la vida cotidiana en el frente con todo lujo de detalles. El realismo en la escenificación es el objetivo que persiguen, y a buen seguro que lo logran gracias a imitar con gran exactitud el aspecto, los movimientos y tácticas de combate de la época.

De ello ha podido ser testigo el público que ha asistido a alguno de los numerosos eventos en los que Recon25 ha participado, entre los que destaca su aparición anual en el Museo Militar de Almeyda, institución con la que mantienen una estrecha colaboración, durante el Día Internacional de los Museos; Plenilunio en Santa Cruz o Infecar en Las Palmas de Gran Canaria. Asimismo, han colaborado en preestrenos de cine, actos benéficos, charlas didácticas, encuentros y un largo etcétera.

Uno de los uniforme. | E.E.D.

El principio de la agrupación
Los inicios de Recon25 se remontan a las reuniones que mantenía desde 2005 un pequeño grupo de amantes del cine bélico, el coleccionismo de artículos de milicia y el modelismo. En el año 2009 deciden constituirse en asociación y, desde entonces, el número de miembros ha ido creciendo hasta la treintena actual, además de numerosos colaboradores que prestan su ayuda al desarrollo de las actividades que realizan. Entre los miembros de Recon25 se puede encontrar a empleados de la construcción, abogados, personal sanitario, bomberos, dependientes de tienda, etc., con edades comprendidas entre los 19 y los 56 años. Esto da una idea de lo variopinto del personal que forma la asociación, si bien el nexo en común que todos ellos comparten es su amor por la historia y, particularmente, su gran interés y pasión por todo lo referente a la Segunda Guerra Mundial. El secretario de la asociación, Nacho Hernández, destaca que “la intención de Recon25 es continuar creciendo, llegar al mayor número posible de personas que compartan las mismas inquietudes y, sobre todo, servir de instrumento de difusión del conocimiento de la historia. Todo ello de una manera totalmente visual y didáctica”. El uniforme principal de Recon25 es el correspondiente a la 82ª División Aerotransportada, una unidad de infantería paracaidista del Ejército de Estados Unidos que jugó un papel relevante en las invasiones de Italia, Francia y Holanda. Pero la asociación cuenta además con una gran variedad de detallados trajes que abarcan diferentes unidades del ejército alemán, británico, ruso, canadiense e italiano, entre otros. Ello les convierte en auténticos maniquíes humanos capaces de recrear multitud de escenas acaecidas en los diferentes frentes del conflicto bélico. Si bien una gran parte de este equipamiento está compuesto por reproducciones, abundan las piezas auténticas de la época, verdaderos objetos de museo muy preciados por los coleccionistas y que son, sin duda, pequeños trozos de la historia. Cuentan también con varios vehículos plenamente funcionales que añaden un extra de realismo y vistosidad a su dinámica puesta en escena.

Desde Recon25, conscientes de que algunos de los uniformes y símbolos que utilizan en sus recreaciones pueden generar rechazo o aversión, insisten en remarcar el carácter totalmente apolítico de la asociación. “Recreamos única y exclusivamente retazos de la historia”, señala Hernández. “No nos cansamos de repetir que Recon25 es una asociación totalmente desvinculada de cualquier tipo de ideología. El uso de determinados símbolos en los uniformes que utilizamos responde únicamente a la intención de nuestra asociación de recrear los períodos de la época que representamos, sin hacer en ningún caso apología de cualquier tipo de ideología. Este es, de hecho, el primer y más importante punto en los estatutos de nuestra asociación”, remarcan.

Proyectos actuales y futuros
Entre los proyectos de Recon25 cabe destacar su reciente participación en el rodaje de un cortometraje bajo la dirección de Eduardo Arrufat-Reboso, ambientado en la Francia de 1944 durante la retirada alemana del país galo. En cuanto a esta primera experiencia ante las cámaras, afirman estar “muy emocionados con este estreno en el mundillo del cine, ha sido un trabajo hecho con muchas ganas e ilusión”, comenta Hernández.

Además, a asociación organiza un viaje a Normandía, lugar de obligado peregrinaje para cualquier aficionado que se precie, en junio de este año, coincidiendo con el 70º aniversario del famoso Día D. “Durante nueve días visitaremos todos esos lugares clave de Normandía, es decir, playas, búnkeres, ciudades y, cómo no, sus impresionantes museos. Habrá importantes eventos y encuentros con veteranos, protagonistas de aquellos trascendentales días. Al ser amantes de la historia bélica creemos que debemos estar ahí”, remarca.

Conociendo el airsoft
à Además de la recreación histórica, Recon25 practica el airsoft, un deporte de simulación militar originario de Japón. La modalidad escogida por esta asociación, como no podía ser de otro modo, es la que se conoce como airsoft histórico. Durante cada partida, los jugadores, uniformados, equipados y armados como soldados de la Segunda Guerra Mundial, se sumergen en un combate con una buenas dosis de realismo.

Las armas utilizadas en el airsoft son réplicas exactas de las originales. Su funcionamiento puede ser eléctrico o mediante gas comprimido, disparando con una considerable precisión y alcance una munición de plástico consistente en bolas biodegradables de seis u ocho milímetros. Por supuesto, resulta imprescindible el uso de unas gafas protectoras específicas.

Quienes practican el airsoft afirman que es una liberadora descarga de adrenalina, donde las únicas víctimas son el estrés y la tensión acumulada durante el día a día. Aseguran, además, que este deporte fomenta el compañerismo y el trabajo en equipo, aparte de ayudar a mantener una buena forma física.

Los miembros de Recon25 no dudan en invitar a probar la experiencia. Se puede contactar con la asociación a través de su página de Facebook.