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Tan cerca, tan lejos – Por Casimiro Curbelo

   

Las islas de La Gomera y la de Juist en Alemania acabamos de sellar un pacto para caminar juntos por el terreno de la sostenibilidad aplicada al turismo en el que todavía queda mucho por descubrir. Juist abarca apenas 16 kilómetros de largo, la altura máxima no llega a los 32 metros y tan sólo suma 1.800 habitantes. Sin embargo, cada año recibe la visita de un millón de turistas. Y así viene ocurriendo desde hace décadas. En su territorio está prohibida la circulación con vehículos a no ser que sean oficiales o por una emergencia. El objetivo que se han planteado sus habitantes es que en el año 2030 se hayan eliminado las emisiones de CO2. Juist ofrece en definitiva un destino turístico relacionado directamente con la naturaleza. Y si quedaban pocas dudas al respecto, señalar que el mar que la rodea es un parque nacional y sus marismas en las que retozan plácidamente las focas han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad.

Ahora ambas islas hemos decidido unir esfuerzos e intercambiar experiencias para ofrecer un turismo basado en el cuidado del medio ambiente, alejado de los grandes complejos hoteleros y de las actividades impactantes. En este acuerdo La Gomera gana mucho. Por ejemplo; el millón de visitantes de nivel medio alto que cada año elige Juist como destino recibirá información sobre la Isla Colombina. No es descabellado pensar que esos turistas amantes de la naturaleza inmediatamente sentirán curiosidad por este lugar remoto del Atlántico. A partir de aquí antes o después es muy probable que se decidan a visitarnos.

Todo ello quedó plasmado en el acuerdo que firmamos la semana pasada durante un acto celebrado en el Cabildo de La Gomera. Desde unos días antes una representación de las autoridades de la Isla alemana conocía nuestros paisajes, cultura y comida. Quedaron entre asombrados y encantados. Más aún si se tiene en cuenta que en La Gomera los turistas pueden disfrutar de buen tiempo prácticamente durante todo el año. En el caso de Juist hablamos de visitantes amantes de la naturaleza pero que difícilmente podrán bañarse en el mar abierto y disfrutar del sol en el mes de enero como ocurre en Canarias.

Resulta curioso que a veces enclaves que están tan alejados en el espacio puedan acercarse y encontrar puntos en común. Hemos visto en la Isla de Juist y ellos en nosotros una especie de reflejo mutuo de hasta donde podemos llegar si unimos nuestros esfuerzos. Unos inesperados aliados para avanzar en un tipo de turismo en el que todavía queda mucho por descubrir. Resulta evidente que existe un mercado para el visitante que desea pasar sus vacaciones en un lugar tranquilo, en contacto directo con la naturaleza, rodeado de costumbres ancestrales y sin sufrir el acoso de vendedores de crecepelos milagrosos.

La Gomera y Juist, Juist y La Gomera nos hemos empeñado en que el turismo no deje huella sobre nuestro quehacer diario y paisaje. Extraer lo bueno y positivo de esta actividad económica y desterrar lo negativo. Por ello, hemos elegido como lema para avanzar en esta aventura: “La Gomera-Juist, un camino en común”. De esta manera queremos plasmar que pese a la lejanía geográfica ambos destinos estamos unidos en objetivos y planteamientos. Tan lejos y a la vez tan cerca.

* PRESIDENTE DEL CABILDO DE LA GOMERA