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A años luz de Península

   
Planta generadora de energía solar fotovoltaica, cerca de Santa Cruz. / DA

Planta generadora de energía solar fotovoltaica, cerca de Santa Cruz. / DA

ROMÁN DELGADO | Santa Cruz de Tenerife

Canarias, por múltiples razones, con la mayoría de ellas con origen político-administrativo (y se incluye de forma especial el negativo papel jugado por las administraciones autonómica y estatal en los últimos años), sigue sin disparar chicha en el campo de las energías renovables, principalmente en las eólica, solar y térmica, en sus distintas modalidades.

Según se recoge en un documento oficial de la empresa con participación pública Red Eléctrica de España (REE) denominado Avance de informe sobre el sistema eléctrico español de 2013, la Comunidad Autónoma de Canarias mantiene o consolida su tremendo subdesarrollo en la generación de energías limpias (sin contar la hidráulica) respecto a la situación que se observa en la España continental en el mismo periodo de análisis, que es el último año cerrado a partir del hito de 31 de diciembre de 2013, lo que implica que se trata de los registros oficiales sobre potencia instalada para la generación eléctrica más recientes que se pueden hallar en España.

Tal y como se define en el reseñado informe, el Archipiélago sólo dispone de una capacidad instalada para energías verdes que alcanza el 10% de total, lo que supone que la producción eléctrica en las Islas está vinculada en el 90% al fuel-oil, diésel y gasóleo. Ello, sin duda, representa una dependencia extrema de los combustibles fósiles. A 31 de diciembre de 2013, la potencia instalada para generación de electricidad con origen eólico supuso el 4,7% del global canario, con el 5,2% para el caso de la solar fotovoltaica y con el 0,1% para la térmica renovable. La suma de esos tres porcentajes alcanza el 10% de la potencia instalada en estos momentos en la Comunidad Autónoma de Canarias.

Respecto al panorama o dibujo existente en la parte continental española, y ello sin contabilizar la energía hidráulica (el 19,4%), la distancia es descomunal, pues en ese espacio nacional la potencia instalada en verde representa el 30% del total, con el 4,3% en solar fotovoltaica, el 2,2% en solar termoeléctrica, el 22,2% en eólica y el 1% en térmica renovable. Con esos datos relativos, la España continental accede a uno de los objetivos energéticos más recordados por los expertos: que al menos el mix de generación de un territorio posea una tercera parte de su potencia instalada en energía limpia, verde o renovable. Esto mismo es lo que ya ocurre en la parte continental, y lo que por ahora, tampoco a medio plazo, por mucho que se hable de esta necesidad, ocurrirá en las Islas, donde el mix energético no existe, pues hay dependencia exclusiva de los fósiles, con el 90% frente al 10% en limpias.

La potencia eléctrica instalada en Canarias a 31 de diciembre de 2013 se situó en el umbral de los 3.192 megavatios, con un aumento insignificante respecto a idéntica fecha del año anterior. Ello sólo supuso el 0,96%. De esa cantidad total, 2.839 megavatios (el 90%) se incluyen en el llamado régimen ordinario, el más contaminante, y sólo 353 en el régimen especial (el de las verdes).
En la actualidad, en toda la potencia presente en el Archipiélago con capacidad de uso domina la que se genera con fuel/oil, con un aplastante dato de 1.918 megavatios. A esta fuente de energía le sigue el llamado ciclo combinado, con 920 megavatios, y las turbinas de vapor, con 713, y de gas, con 639.
Hasta que en las Islas no se implante el gas natural, otro proyecto industrial que suma retrasos y más retrasos, la condena es tener que producir casi toda la electricidad que se demanda en Canarias por medio de la combustión de fuel-oil, diésel o gasóleo, el proceso más contaminante y con registros por encima del 90%.

Un quiero pero no puedo

En relación con la situación que hoy afecta a las Islas sobre el binomio régimen ordinario-régimen especial, la Asociación Canaria de Energías Renovables (ACER), entidad que agrupa en el Archipiélago a empresas privadas con intereses en la generación de energías verdes, sostiene que los costes extrapeninsulares de producción eléctrica se han disparado en los últimos años como consecuencia de no desarrollar las energías renovables y por ello mantener más del 90% de la generación eléctrica en Canarias a través de combustibles fósiles. ACER opina que es urgente para la región la implantación de más potencia de renovables, cuestión que “forma parte de la solución al déficit de tarifa actual, y no lo contrario, como se quiere hacer ver a las sociedades española y canaria”, subraya la citada organización patronal. Según advierte ACER, cuando Red Eléctrica de España presupuestó para 2013 el coste extrapeninsular de generación en las Islas, desde la asociación se comentó que “era urgente dotar a Canarias de una normativa que permitiese reducir los costes de forma drástica y rápida”, lo que sin duda guarda relación con el hecho de “incorporar de manera decidida las renovables al mix energético canario”. En ACER se preguntan por qué hay que esperar tanto tiempo para que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, la cartera del canario del PP José Manuel Soria, encuentre una solución definitiva al déficit de tarifa. Esto, lamentan, “resulta inexplicable”, máxime cuando “se nos dijo que se había redactado por el Estado una norma conocida como la moratoria, para dotar a Canarias de una ventana y así lograr el tan esperado desarrollo de las renovables en las Islas”. A este mismo respecto, añaden que “parece que no hay interés verdadero en que se incremente la generación renovable en la Comunidad Autónoma de Canarias”. A día de hoy, pese a promesas y más promesas, las Islas esperan que se publique en el BOE las primas por megavatio/hora generado a través de energías renovables en el Archipiélago.

Limpia y más barata, pero…

- El sector eólico canario (y también el fotovoltaico) pide una prima (tarifa garantizada) en torno a los 89 euros por megavatio/hora (MWh). El coste de generación a través de fuel/oil que existe ahora mismo en Canarias por MWh ronda los 200 euros. Esto es así porque la mayoría de las instalaciones que generan electricidad en el Archipiélago son centrales térmicas (hoy en su totalidad de Endesa) que queman fuel-oil, diésel y gasóleo, todos combustibles fósiles que no han dejado de incrementar su precio en los últimos cuatro años. La diferencia entre aquellos 89 euros -que son los que harían rentable la instalación de parques eólicos- y los 200 que cuesta hoy por término medio el MWh canario sería ahorro para el sistema; por lo tanto, menos déficit de tarifa que aportaría Canarias. Ésta es la fórmula que reclama ACER para que el Ejecutivo de Rajoy o el Ministerio de Industria, el de José Manuel Soria, puede reducir el déficit de tarifa y de camino ahorrar dinero a todos los españoles. En la actualidad, existe la oportunidad de hacerlo, pues el titular de Industria, Energía y Turismo (Soria ya ha hablado de que 84 euros son suficientes, pero falta que la norma, una orden ministerial, aparezca en el BOE) tiene previsto publicar unas tarifas de renovables para las Islas en esa misma línea. Canarias, que fue pionera en el desarrollo eólico en España, ocupa hoy el furgón de cola autonómico en potencia instalada, pese a sus condiciones naturales. A lo largo de los últimos diez años, decenio prodigioso para el sector en España, en el Archipiélago sólo han visto la luz una treintena de megavatios de viento, cifra ridícula en comparación con el éxito vivido en la Península, donde la eólica ha sumado muchísimos megavatios al parque nacional. En este fracaso ha tenido mucho que ver la senda administrativa elegida por el Gobierno regional para asignar potencia: el concurso público. Esta vía ha resultado un absoluto fracaso y además ha sido anulada por los tribunales. En las Islas, según la consejera canaria Luengo, se aspira a disponer “de potencia para generar el 30,6% de la energía eléctrica total en el año 2020”.