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A todo gas (ya será menos…) – Por Jorge Bethencourt

   

A mí no hay quien me quite la perreta de que Madrid se pasa la vida jeringándonos. Y cuando digo Madrid no hablo de la maravillosa ciudad sino de la corte de ilustrados, técnicos, sabios, aplicados, funcionarios, tiralevitas, lameculos y demás, que forman la burocracia del Estado. La tienen tomada con nosotros. Cuando se acuerdan que más abajo de Cádiz están los canarios, suele ser, generalmente, para someternos a un execrable puteo, cuyas incontables muestras se remontan a la noche de los tiempos. Nunca han sabido apreciar, los jodidos envidiosos de la meseta, el talento que hay en estas islas. A ver en qué país del mundo se puede encontrar una empresa de gas sin gas.

Años y años. Con un par. Pues eso es Gascan. Una empresa en la que hubo tortas por entrar cuando decidieron crearla hace más de una década. “Gascan es la Compañía Transportista de Gas Natural constituida para introducir esta fuente de energía en las Islas Canarias, cumpliendo así la resolución del Parlamento de Canarias”, dice la página web de la empresa. Pues vaya manera de introducir. Aquí con gas sólo funcionan los mecheros. Que yo sepa. O sea, que tenemos una empresa para introducir el gas en un territorio que después de una pila de años sigue sin gas. Esta va a ser, digo yo, como la apuesta decidida del Parlamento de Canarias por las renovables. Ahí está, escrito en letras de pan de oro en el PECAN, el Plan Energético Canario (que tiene acrónimo de cuarto de baño parlamentario). Según el documento oficial, ahora mismo el 20% de la energía que se produce en Canarias sería producida por energías limpias. Tócate los pies. No pasamos del seis. Los mismos molinillos de siempre y las placas solares que Soria les ha metido por el sigma a los inversores canarios. Y ahora, el Gobierno decide mortificar a Endesa. Y no se le ha ocurrido sino darle Gascan a una misteriosa empresa llamada Red Eléctrica Española, conocida en su casa a la hora de comer. Una que para invertir en Canarias se lo piensa como para sacarse una muela. O sea, que me temo que el único gas que vamos a ver en Canarias es el metano que expele la política energética de todos estos incompetentes gobernantes. Lo que en Canarias se llama vulgarmente un gufo.