Cinco años de Montilivi

José Luis Oltra llevó a los chicharreros a Primera División en una temporada inolvidable. | DA

JOSÉ ANTONIO FELIPE | Santa Cruz de Tenerife

El 13 de junio de 2009 el Club Deportivo Tenerife se convertía en Girona en nuevo equipo de Primera División. Los blanquiazules se impusieron a los locales por 0-1 gracias a un tanto de Dani Kome que situó a los de José Luis Oltra entre los mejores equipos de Europa.

Fue una campaña mágica en la que los insulares acabaron con 81 puntos, siendo solo superados por el CD Xerez (ahora desaparecido) tras haber ganado un total de 24 encuentros tras firmar una segunda vuelta sensacional.

Solo en nueve ocasiones los blanquiazules sufrieron una derrota, gracias, entre otras cosas, a la pareja letal formada por Nino y Alejandro Alfaro, autores de 49 goles entre los dos.

Cristo Marrero, ahora segundo entrenador del CLub Deportivo Tenerife B, fue uno de los protagonistas de aquel logro. Como capitán, fue uno de los pilares en los que se apoyó José Luis Oltra a la hora de poder componer un vestuario unido, principal clave para conseguir un objetivo tan complicado para un equipo que, a priori, no estaba llamado a ser uno de los claros aspirantes a convertirse en conjunto de Primera División.
“Eso fue lo más grande que me ha sucedido en mi carrera. Ascendí a Primera División con el equipo de mi tierra, con toda mi gente. Fue una experiencia muy bonita”, recordó el de Las Zocas en el programa Tiembla Heliodoro.

El atacante admitió que fue un año en el que “todo salió rodado” algo que provocó el último ascenso a la máxima categoría por parte del club chicharrero: “Los recuerdos y las vivencias de toda esa temporada 2008/2009 están siempre ahí. Fue una Liga donde salió todo rodado, un espectáculo increíble, que logramos culminar con el ascenso; una vivencia única para mí”.

Marrero, uno de los jugadores más carismáticos en la historia reciente del CD Tenerife, recordó el ambiente que se pudo vivir en la Isla y los registros que se batieron aquel curso: “Disfrutamos con los aficionados de algo tan grande que tenemos en común como es el CD Tenerife, y encima con un ascenso. Hicimos más de 80 puntos, un gran logro con el que cerramos una campaña extraordinaria”. Cristo Marrero abandonaría la entidad la siguiente campaña, poniendo rumbo al Universidad de Las Palmas de la Segunda División, para luego poner punto y final a su carrera vistiendo la elástica de Las Zocas, de Tercera División: “Todos son momentos que no se podrán borrar nunca, y si me tengo que quedar con algo, fue con el recibimiento de la afición; no teníamos palabras ante algo tan grande. Fue muy bonito para todos los jugadores que pudimos vivir aquello”.

Tras su retirada, Marrero entró a trabajar en el club, siendo ayudante de Quico de Diego en el CD Tenerife B, un conjunto que, de superar la última eliminatoria frente al Somoza, podría regresar a la Segunda División B del fútbol español.