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Felipe y Letizia – Por Cristina Molina

   

Quisiera escribir hoy lo que me gustaría leer dentro de unos años. Lo que quiera que sea que reflexione en voz baja o las explicaciones que dé a mis hijos. En definitiva, quisiera escribir hoy lo que los españoles, mirando hacia atrás, perciban como historia de este país. Pertenezco a una generación que nació ya en la España de la bonanza. Nos malacostumbramos pronto, de forma que la carestía actual nos parece la más absoluta de las miserias. Lo cierto es que fueron otros los que lucharon para salir de aquella y fue don Juan Carlos el que lideró esa generación de ciudadanos que abrió camino a la democracia. El sector más joven no hemos sido testigo de esa conquista. El proceso de abdicación y proclamación ha sido normal para los mayores pero histórico para nosotros. Si hay algo que reprochar a quienes vivieron aquellos consensos es la pésima transmisión de los valores a través de la educación y la cultura. El nuevo monarca se ha presentado como un servidor del pueblo español recordando que la política nacional le corresponde al gobierno de la nación. En su reinado se han de gestionar los grandes retos de este país. Entre ellos no voy a considerar la crisis económica pues de esta saldremos y vendrán otras en el futuro como comportamientos cíclicos que son.

En mi opinión, los principales desafíos son los procesos secesionistas y una reforma constitucional. Es decir, la unidad y el diálogo son el reto que debemos abordar con más respeto que nostalgia. Don Felipe y doña Letizia conectan con esta generación desapegada de la monarquía. Los sentimientos de grandeza suelen ser exaltaciones que desaconseja la prudencia pero me voy a permitir la licencia. No creo a priori en la grandeza de unos reyes. Sí creo en la grandeza de una sociedad a base de civismo, tolerancia y solidaridad. Nos merecemos a unos grandes representantes y los nuevos reyes van camino de serlo.

@cristination_