Alertan de que las mascotas exóticas deben registrarse

Un agente del Seprona de la Guardia Civil con la serpiente Pitón localizada en El Fraile. | DA

Si tiene usted una mascota de las consideradas como invasoras, ha llegado el tiempo de regularizarla. Ya sea un guacamayo o una serpiente pitón, se acompañe usted de una cotorra o de una iguana, sepa que es tiempo de pasar por ventanilla y evitar así que las autoridades se hagan cargo de ella en caso contrario.

Ello se debe a la promulgación de un decreto gubernamental que prohíbe desde la fecha de su promulgación la tenencia de este tipo de animales salvo que se demuestre que fueron adquiridos antes. Para ello, la Dirección General de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Canarias ha puesto a disposición de la ciudadanía en su página web el modelo de declaración responsable que deben rellenar quienes posean mascotas exóticas invasoras para registrarlas tal y como prevé el aludido Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto por el que se regula el Catálogo español de especies exóticas invasoras.

Dicho enlace se encuentra disponible desde la página principal del portal de la Consejería de Educación, Universidades y Sostenibilidad del Gobierno de Canarias, www.gobiernodecanarias.org/ceus y sólo es necesario descargar el documento, rellenarlo y presentarlo en cualquier oficina de registro, tal y como se recuerda en un comunicado oficial de la Consejería.

Aquella moda
Hace dos décadas que se puso de moda disfrutar de animales de compañía exóticos, diferentes, tales como cotorras, pitones, guacamayos, iguanas, tortugas de Florida, cerdos vietnamitas… La liberación voluntaria o involuntaria de estas mascotas ha sido la responsable del establecimiento de casi la mitad de los vertebrados exóticos presentes en Canarias, llegando a amenazar nuestra biodiversidad nativa, ya sea por su comportamiento invasor o por el riesgo de contaminación genética. Es el caso, por ejemplo, de las ardillas en Fuerteventura o de la culebra real de California en Gran Canaria, cuyo control requiere una ingente inversión en recursos humanos y económicos.

Dado que la legislación vigente prohíbe expresamente y sanciona con dureza la introducción de estas especies en el medio natural, quienes deseen deshacerse de sus ejemplares deberán acudir a los cabildos insulares, donde se les informará del centro específico de recogida en cada isla. En todo caso, los propietarios deberán informar de la liberación accidental.