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Lorca, tres años después – Por Sergio García de la Cruz

   

Once de mayo de 2011, a las 18.47 horas; un terremoto de magnitud  5,1 y de intensidad VIII causa 9 víctimas mortales, 324 heridos y cuantiosos daños materiales.  Ocurrió bajo la IX Legislatura de España con un Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, siete meses después entramos en la actual y X Legislatura en manos de Mariano Rajoy Brey.

Lorca es una ciudad en periodo de reconstrucción, de derribos y de reedificaciones, un proceso lento y muy costoso. Algunas personas tuvieron la posibilidad de cobrar algo por el Consorcio, quien atendió unos 32.500 asuntos e indemnizó más de 462 millones de euros, otros, en cambio, fueron compensados a través de una comisión mixta que se encargó de valorar y cuantificar las ayudas. Por otro lado, también se creó una Mesa Solidaria para canalizar y gestionar las donaciones a los damnificados. Pero, no ha sido suficiente. 

Los daños producidos por el terremoto de Lorca no difieren mucho de los que podrían ocurrir en cualquier otra ciudad de España, muchas de sus estructuras no están preparadas para soportar unas sacudidas de este tipo, recordemos que en Lorca fueron dos, la primera de ellas de menor intensidad a las 17.05 horas y alcanzó una magnitud de 4,5 grados.

Tal vez nos estemos preguntando por qué un terremoto que no tiene una gran magnitud causó tantos daños, porque entro en juego la cercanía del epicentro y su escasa profundidad, hablamos de dos kilómetros en sendos casos. Debemos tener en cuenta que tres parámetros son los importantes a la hora de medir un terremoto: la magnitud, la intensidad y la aceleración, esta última es especialmente importante ya que las ondas sísmicas mueven los edificios en todas las direcciones y la razón del cambio en sus movimientos se conoce como tal. La respuesta de un edificio a un terremoto depende del movimiento del suelo y su composición. España cuenta con varios focos importantes de riesgo de aceleración superior a 0.08 g.: Huelva, Málaga, Granada, Almería, Murcia, Alicante y pequeñas zonas de los Pirineos y otros de menos importancia como son los de las Regiones de Andalucía, Murcia, sur de la Comunidad Valenciana, costa y Pirineo de Cataluña, norte de Aragón, norte de Navarra, este del País Vasco, este de Galicia y pequeñas zonas limítrofes de Albacete y Badajoz. Es de máxima importancia contar con una construcción de estructuras sismorresistentes para el caso de edificios como hospitales, parques de bomberos, policía, comunicaciones, transportes, o grandes centros comerciales.

Las construcciones ceden básicamente porque ni los materiales empleados, ni los sistemas constructivos son de igual aplicación en todas ellas, a lo que se les une la degradación producida por el paso del tiempo. Siempre los daños más graves los producen los elementos no estructurales como las corazas de las fábricas o los causados por estos sobre los estructurales. Todos estos objetos deben ser comprobados constantemente porque en verdad son los que matan, hablamos de antenas, parapetos, barandillas, etc.

Los avances en Lorca son lentos, pero se van sucediendo. El pasado día 25 el Secretario de Estado de Seguridad colocó la primera piedra de la futura nueva comisaría del CNP.

www.sergiogarciacruz.com