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La unión de productores consolida la fortaleza del sector platanero

   
Uno de los mayores méritos es dar una sola voz al sector en las Islas. / DA

Uno de los mayores méritos es dar una sola voz al sector en las Islas. / DA

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

Hubo un tiempo en el que el sector del plátano en Canarias se vio amenazado por el futuro poco halagüeño que podía suponer el Mercado Común de la Unión Europea (UE) y sus intenciones de establecer una Organización Común del Mercado (OCM) del plátano en la que se ampliasen las cuotas de importación a terceros países, lo que hubiera supuesto abrir las puertas de Europa de par en par a las multinacionales de la banana.

Sin embargo, si en la actualidad el cultivo del plátano en Canarias continúa siendo la principal actividad exportadora del Archipiélago es debido, en gran parte, a la unidad de los productores, que ha resultado de capital importancia para defender al sector platanero y ha permitido tener más presencia y fuerza en los principales puntos de toma de decisiones, tanto a nivel nacional como internacional.

Mucho antes de que siquiera aflorara el sentimiento europeísta entre los ahora 28 Estados miembros de la UE, la distribución y comercialización del plátano canario se efectuó durante más de 55 años a través de la Comisión Regional para la Exportación del Plátano (CREP), organismo que se mantuvo vigente desde 1937 hasta su disolución, en 1993, originada por la política de la entonces Comunidad Económica Europea (CEE), según la cual se sustituyeron los regímenes nacionales existentes para no dificultar la libre circulación de plátanos dentro de la Comunidad y se articuló un régimen comunitario para los intercambios con terceros países.

En aquel contexto de cambios se constituyó la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan), procedente de la extinta CREP, que aglutinaba a más de 70 entidades exportadoras. Constituida por la totalidad de las organizaciones de productores, cinco en la actualidad, Asprocan ha logrado vertebrar desde entonces la representatividad del sector platanero regional, lo que en el momento de su constitución fue primordial para negociar con éxito la OCM del plátano, recabando previamente los apoyos del Gobierno canario, nacional y, finalmente, europeo, y contando con sus propios representantes en la Asociación de Productores Europeos de Plátanos (APEP), integrados también por los productores de Madeira, Martinica y Guadalupe. La necesidad que tuvieron los productores del plátano de unirse para defender su sector en la UE tuvo como principal consecuencia la potenciación del interés colectivo y la solidaridad entre productores.
Hubiese sido imposible que las 76 organizaciones productoras de plátano de los tiempos de la CREP hubiesen negociado cada una por su lado en el seno de la UE. Además, desde un punto de vista comercial, era primordial concentrar la oferta de cerca de 10.000 agricultores.

Por ello, Asprocan logró convencer a los productores de la importancia de estar juntos en otros aspectos, tales como la producción y la promoción. Tal es así que, por ejemplo, el plátano canario fue el primer producto agrícola español que consiguió un seguro colectivo para el cien por cien de los productores, pagado ente todos ellos, ante los daños ocasionados por el viento en las plantaciones. Una medida de solidaridad entre agricultores aplaudida y más tarde imitada por otros sectores agrícolas.

Una sola voz

El gran mérito de los productores plataneros ha sido dar una sola voz y trabajar sobre la base del consenso, aunque respetando las mayorías cuando así se ha hecho necesario. Además, la concentración del sector, que ha pasado de 76 empresas productoras a 24 organizaciones, luego seis y ahora cinco, junto con el sentimiento de solidaridad entre productores hacen que el sector se haya convertido en un referente sobre cómo gestionar la organización para la defensa de un sector de producción agrícola.