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El Consistorio busca una solución para los perros abandonados

   
En el solar municipal ubicado en Martiánez se realizan todas las obras de acondicionamiento necesarias para cumplir la normativa. / ANDRÉS GUTIÉRREZ

En el solar municipal ubicado en Martiánez se realizan todas las obras de acondicionamiento necesarias para cumplir la normativa. / ANDRÉS GUTIÉRREZ

GABRIELA GULESSERIAN | Puerto de la Cruz

El abandono de perros y animales domésticos es un problema cuya solución definitiva pasa por concienciar a la población de que no los deje tirados en la calle. Puerto de la Cruz no es ajeno a esta situación y por ello, mientras eso ocurre, el Gobierno local (CC-PP) debe buscar alternativas y así lo ha hecho a través de la Sociedad Animal Portuense (SAP), una asociación sin ánimo de lucro, a la que se le ha habilitado un solar municipal, situado en la zona de Martiánez, que sirve de lugar de acogida y de paso para que los animales no duerman en la calle hasta que logran ser adoptados. Actualmente, esta parcela se acondiciona a fin de cumplir con todos los requisitos que marca la actual normativa para poder tener allí a 40 canes. Prueba de ello es que se construyen cuatro jaulones grandes para los perros peligrosos y se tramita un cuarto de baño y otro de aislamiento así como la condición de núcleo zoológico, “que ya está solicitado. Todo es legal y prueba de ello es que el Ayuntamiento paga los gastos de agua y luz”, según los responsables del colectivo.

Esta afirmación la corrobora la concejal de Sanidad del Consistorio portuense, Antonia Domínguez, quien, además, añade que hay veterinarios que “constantemente” supervisan el estado de salud de los perros y que se cumplan las condiciones higiénico-sanitarias.

Sin embargo, hay vecinos que no están de acuerdo con la ubicación de esta perrera, tal y como lo manifestaron a este periódico, dado que es uno de los principales accesos a la ciudad turística y “la imagen que se da no es precisamente la más adecuada”.

Lugar de acogida

Opiniones parte, Domínguez aclara que “no se trata de una perrera, como la que estaba ubicada en Punta Brava, sino de un lugar de paso para que los perros puedan permanecer allí y no duerman en la calle hasta que consigan ser adoptados y en ese sentido se trabaja, no para que estén allí de forma permanente”. En una época de recortes presupuestarios, la tarea de cuidarlos y darles de comer está en su mayor parte en manos de voluntarios, también afectados por los recortes. Afortunadamente, esta asociación cuenta con la colaboración de muchas personas que, de manera altruista, trabajan sábados, domingos y festivos en actividades diversas: desde conseguir recursos económicos, hasta realizar obras en el albergue, pasear a los animales o simplemente, llevarlos al veterinario y alimentarlos.

Desde SAP hacen hincapié en que en muchas ocasiones, “no se trata de perros abandonados por vecinos de Puerto de la Cruz sino por personas que los sueltan en este municipio”.