A vueltas con el agua

NORBERTO CHIJEB | Candelaria

El último pleno de Candelaria volvió a estar pasado por agua, en un municipio que hace mucho tiempo ha empezado a darle la espalda al mar a pesar de tener a gala la condición de marinero.

Los últimos acontecimientos surgidos en el municipio en torno al agua son más que preocupante, quedando al descubierto las miserias de sus gobernantes, los de ahora y los de antes, incapaces de ver la necesidad de adelantarse en el tiempo y prever que no puede ser lo mismo un saneamiento para diez mil habitantes que para 27.000. Candelaria ha crecido en este siglo más de un 100% en capacidad urbanística y en habitantes, sin embargo, el saneamiento (estaciones de bombeo, depuradoras, emisarios) no solo no han crecido a la misma velocidad, sino que el mantenimiento ha sido nulo, como el propio gobierno municipal reconoce.

Para Candelaria, para vecinos y visitantes que lo padecen, este asunto no es urgente es una emergencia. No basta con pedir responsabilidades al Cabildo por la depuradora comarcal inutilizada, el Ayuntamiento tiene las competencias y debería empezar por atarle los machos a Aqualia, aunque me temo que estamos ante una batalla perdida.