El Estado rechaza el puerto deportivo de San Andrés por afectar sebadales

Proyecto original del puerto deportivo de San Andrés que fue modificado por la Autoridad Portuaria. / DA

La declaración de impacto ambiental desfavorable para el puerto deportivo de San Andrés publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE) puede ser el golpe definitivo a un proyecto que primero fue la panacea para revitalizar el frente litoral del pueblo pesquero allá por 2001, para después ser rechazado de plano por el equipo de gobierno actual de Santa Cruz y por la propia Autoridad Portuaria para la que dejó de ser prioritario. Ahora, el Ministerio de Medio Ambiente, con esta decisión, sobre la que los responsables del puerto tinerfeño no quisieron pronunciarse ayer, deja el proyecto, en la práctica, paralizado puesto que considera que previsiblemente causará efectos negativos significativos sobre el medio ambiente, concretamente sobre los sebadales existentes en la zona y que disfrutan de especial protección. Considera además el Ministerio que las medidas previstas por el promotor no son una garantía suficiente de su completa corrección.

El Ministerio va más allá y recoge la recomendación del Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar que señala que sería conveniente ampliar la Zona Especial de Conservación (ZEC) de los sebadales para que las praderas submarinas que se ubican frente a San Andrés y están fuera de esa área, cuenten con la protección adecuada.

Consecuencias
La inviabilidad ambiental que plantea el Estado, además de paralizar casi definitivamente el proyecto, deja sobre la mesa una posible indemnización al concesionario del puerto deportivo por parte de la Autoridad Portuaria. A esto se suma, según pudo confirmar ayer este periódico, que los argumentos esgrimidos por el Estado para informar desfavorablemente, serán parte importante de la reclamación que la Federación Canaria de Surf prepara contra la declaración de emergencia del dique semisumergido de San Andrés. Así lo confirmó ayer la entidad a través de su presidente, Ángel Lobo, que está a la espera de que la citada emergencia sea publicada en el BOE para presentar el recurso. “La escollera, en la práctica, se realiza en el mismo sitio que estaba planificado el puerto deportivo, por lo que los mismos criterios que se aplican para no aprobar su impacto ambiental, se pueden aplicar para la escollera”, explicaba ayer Lobo.

El también profesor de derecho administrativo de la Universidad de La Laguna confirmó que, a pesar de que el Tribunal Administrativo Central ha desestimado su intento de paralización del proceso de adjudicación del dique, seguirán adelante con la reclamación en contra la emergencia, aunque, adelantó Lobo, no lo harán a través de la Federación sino a través de una organización ecologista. Apuntaba el presidente de los surfistas canarios que, “los argumentos esgrimidos por el Ministerio de Medio Ambiente son los mismos que se pueden aplicar a la construcción del dique, es decir, el posible daño a los sebadales existentes en la zona y por tanto cualquier organización ecologista podría incluso recurrir ante el juzgado el inicio de esta obra hasta que no se evalúe el impacto de la misma”. Porque, recuerda Lobo, precisamente, lo que evita la declaración de emergencia, es que la obra sea sometida a impacto ambiental.

Daños
Según detalla Medio Ambiente, el motivo principal por el que se informa desfavorablemente, es la posible afectación de los sebadales que se encuentra dentro y fuera de la ZEC y que, aunque reconoce el Ministerio, el puerto deportivo se ejecutaría fuera de esa área, la influencia de la infraestructura sería suficiente para que los sebadales que están frente a San Andrés se vieran afectados. El actual impacto ambiental obedece a una modificación sobre el proyecto original que sí contaba con todos los pareabienes. El nuevo informe es el que ha sido rechazado.