Políticos con petróleo

Pedro Sánchez (PSOE); Miguel Arias Cañete (PP) y Fernando Ríos (CC). / DA

VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife

Las prospecciones de Repsol en Canarias son yacimiento inagotable de ataques y contrataques entre políticos: los del PP a un lado (partidario de buscar hidrocarburos), y casi todos los demás al otro (detractores de esta actividad por su riesgo de contaminación). En el correr de esta polémica han ido surgiendo datos que, si bien no se han usado como arma arrojadiza entre ambos bandos, sí, resultan, cuanto menos, curiosos sobre la vinculación de algunos cargos públicos con el sector petrolero.

El último caso conocido es el del nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que posee 177 acciones por valor de 3.309 euros… en Repsol, aunque antes de salir a la luz que era accionista ya se había posicionado en rechazo a las perforaciones previstas frente a Lanzarote y Fuerteventura. De hecho, recién elegido como líder socialista anunció que si gobierna, suspenderá los sondeos en Canarias y en Baleares. Eso sí, el PP le recordó que en 2009, cuando Zapatero autorizó las prospecciones en el Mediterráneo, votó como diputado en contra de paralizarlas.

En el PP también Miguel Arias Cañete tenía hasta hace poco acciones en el sector petrolero, concretamente el 2,5% de las compañías Ducar y Petrologis, que se dedican al almacenamiento de combustible en los puertos de Ceuta y Las Palmas. Negocios de los que ha tenido que desprenderse para poder ser nombrado comisario europeo de Energía, pero que no le impidieron ser ministro de Medio Ambiente y ser, al fin y al cabo, máximo responsable de la declaración de impacto ambiental, finalmente favorable, a las prospecciones de Repsol, último escollo administrativo para que obtuvieran el permiso definitivo.

Un proyecto contra el que el Gobierno canario mantiene una férrea batalla jurídica coordinada por Fernando Ríos, comisionado para el Autogobierno y las Reformas Institucionales. Ríos tiene acciones en DISA, distribuidora de combustibles canaria. Un hecho sobre el que ayer, preguntado por este diario, no tuvo inconveniente en reconocer, como ya hiciera en otros medios, al tiempo que lo relativizó al señalar que se trata de unas acciones muy minoritarias, “de origen familiar”, que no cotizan en bolsa, ni especula con ellas. “Si defendiera el sí al petróleo, entendería las críticas porque mi postura podría venir derivada de los intereses en petroleras, pero defiendo el no”, remarcó Ríos, quien además se ha alineado con los ecologistas y desmarcado del resto del Gobierno regional al abogar por que se reconsidere la introducción del gas en Canarias para que no frene a las renovables.