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Adolfo Pintor y Raúl Santos son los fundadores de la empresa de Servicios Integrales Domiciliarios a Dependientes Sadaliar. / DA

Adolfo Pintor y Raúl Santos son los fundadores de la empresa de Servicios Integrales Domiciliarios a Dependientes Sadaliar. / DA

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

La vida familiar de muchos hogares tinerfeños se pone en marcha cada día cuando llaman a sus puertas los auxiliares del servicio de ayuda a domicilio de la empresa Sadaliar. En cama, en silla de ruedas o sentados tranquilamente en un sofá, esperan su visita personas de cualquier edad que no pueden valerse por sí mismas de forma plena, al encontrarse aquejadas por problemas de salud, bien sea de modo temporal o permanente.

Los familiares de estas personas en situación de dependencia han confiado a estos profesionales los cuidados sociosanitarios que requieren sus seres queridos y que ellos, particularmente, no pueden asumir por falta de formación o tiempo.

Estas son las vivencias cotidianas de dos amigos tinerfeños, Adolfo Pintor Medina y Raúl Santos Navarro, fundadores de la empresa de Servicios Integrales Domiciliarios a Dependientes Sadaliar, en octubre de 2012. En la actualidad, desde sus oficinas situadas en pleno corazón de Santa Cruz, conducen un equipo de trabajo compuesto por cinco auxiliares y una trabajadora social, ejerciendo como promotor y gerente el primero y como Jefe de Administración y Personal y Ayudante de Coordinación, el segundo.Tras la puesta en marcha de su empresa contaron con el asesoramiento del Cabildo de Tenerife a través de la Fundación Insular para la Formación, el Empleo y el Desarrollo Empresarial (Fifede), la cual asesora, tramita y gestiona las ayudas de aquellos ciudadanos que deciden ser emprendedores, materializando así diariamente los objetivos del Plan Insular de Fomento del Emprendimiento puesto en marcha por dicha institución en 2012.

En este sentido, el vicepresidente y consejero insular del área de Empleo, Desarrollo Económico, Comercio y Acción Exterior, Efraín Medina, subraya la necesidad de apoyar en todo momento a los emprendedores, y no sólo en época de recesión como la actual, en tanto que son promotores directos de la creación de empleo, y en consecuencia, los auténticos generadores de riqueza.

Ilusión
Anteriormente, en muchas de las ocasiones en las que Adolfo Pintor trabajaba como auxiliar de ayuda a domicilio por cuenta ajena, comprobaba con disgusto al finalizar cada jornada que continuamente quedaban muchas carencias por cubrir, que existía un amplio campo de prestaciones por ofrecer que superaba con creces las típicas funciones de aseo y limpieza.

Transcurrido un tiempo y tras varios vaivenes profesionales, él y Raúl Santos se convencieron totalmente de que la oportunidad para prestar un servicio integral de ayuda a domicilio conllevaba emprender un negocio propio, y sin pensárselo mucho, teniendo como avales la determinante ilusión de Adolfo por optimizar su profesión y la experiencia de su amigo en el ámbito administrativo-empresarial, lo hicieron realidad hace dos años, llenos de esa característica inquietud inherente a quien vuelve a partir de cero en su vida profesional.

Para ser sinceros, el inicio de su aventura resultó ser especialmente complicado porque ambos emprendedores tuvieron que afrontar, nada más abrir las puertas de su nuevo negocio, un incesante papeleo a causa de varias reformas legales. De hecho, Adolfo recuerda como, afortunadamente, tras verse abrumados por todas estas diligencias, unos meses después su suerte experimentó un vuelco decisivo cuando entraron en contacto con Fifede.

“Fifede nos ayudó porque nos abrió los ojos a muchísimas cosas y nos respaldó. Nosotros estábamos ya en marcha cuando contactamos con Fifede pero si lo hubiéramos sabido antes, sí que hubiéramos iniciado nuestro proyecto con ellos”, afirma, sin dudar.

En concreto, para ellos tuvo una importancia crucial, en esos momentos, el curso de Creación de Empresas que imparte esta fundación a personas que tienen previsto poner en marcha un proyecto empresarial o que lo han hecho recientemente. “Yo se lo recomiendo a todo el mundo y de hecho se lo he dicho ya a muchísima gente”, asegura.

Estimulación cognitiva

En este sentido, el ámbito competencial de las empresas de ayuda a domicilio está determinado por la legislación vigente. De cualquier modo, el gerente de Sadaliar se muestra satisfecho de que ellos, en particular, dedican un tiempo de su trabajo a la estimulación cognitiva de sus usuarios en el 70%de los servicios que ofrecen.
Un paseo, la reanudación de una manualidad o ir a una peluquería han tenido efectos “¡maravillosos!” -exclama Adolfo- en seres humanos acostumbrados a vivir desorientados, solos o recluidos en casa.

Al abordar este aspecto, este profesional de la ayuda a domicilio se acuerda enseguida de aquellos usuarios que incluso no hablaban o comían nada y cómo al cabo de siete meses de atención personalizada han recobrado estos hábitos. “Eso es maravilloso, reconfortante…”, reitera.

Es cierto que en dos años, las manos profesionales de Sadaliar, donde han sido necesitadas se han acercado y estrechado para hacer resurgir la calidad de vida y la dignidad de muchas personas en situación de vulnerabilidad física. Y afirman que están empeñados en continuar esmerándose a fondo en el trato personal exquisito, tal y como se plantearon cuando tuvieron el ímpetu emprendedor y salieron por vez primera a la calle.