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Libertad y seguridad jurídica – Por Hugo Luengo*

   

El pasado día 18 presentaron en la Cámara de Comercio José Ramón Barrera y Antonio Salazar su nuevo libro, Cómo hacer de Canarias un caso de éxito. Proponiendo para el REF de Canarias un nuevo diseño, por más que a la fecha el mismo se encuentra en el tramo final de su modificación y aprobación, para el próximo periodo. Identifican los cambios en el modelo actual, que harían de Canarias un espacio de éxito, para lo cual señalan que es preciso dotarla de mayor libertad económica y seguridad jurídica, condiciones de las que hoy carece Canarias. La gran expectativa suscitada con la asistencia de representantes políticos de Coalición Canaria, como José Miguel Ruano; del PSOE, Gustavo Matos, y del PP, Asier Antona, lleno en la sala, se vio acompañada por la sugerente explicación de los autores y posterior intervención de los tres grupos, dominantes hoy en la esfera política de Canarias. El optimismo que transmiten los autores, venía apoyado en las exitosas experiencias desarrolladas en el libro para los casos de Tel Aviv, Santiago de Chile, Singapur y Hong Kong, en los cuales apoyan sus tesis, para comprobar que el desarrollo de esta nueva sociedad global del conocimiento exige moverse en los valores del título de este artículo. Asombró a la expectante sala, con presencia dominante de sectores empresariales locales, el discurso de los representantes políticos. Alejados de la realidad y todavía hoy operando legislativamente en sentido opuesto al que los autores del libro defienden. Valga de ejemplo la absurda Ley de Simplificación Administrativa, en actual trámite parlamentario, dedicada a limitar la libertad empresarial, y agravando la inseguridad jurídica del sistema. Todo el desarrollo legislativo último y las trasposiciones de legislación básica y europea vienen siguiendo análoga vía, según los políticos en defensa de la especificidad canaria. Abogan los autores por unos impuestos bajos y una burocracia mínima. Lo opuesto a la actual situación y al estatus que nuestros políticos mantienen, alguno con el derrotista argumento de que si no fuera así, el paro aún sería peor, el tercio de la población activa y dos tercios de jóvenes. Tan derrotista, como que el principal objetivo de la reforma del REF, no es otro que asegurar la recaudación pública y su reparto entre Canarias y Madrid. Las particularidades del nuevo RIC, de potenciarse con el desempleo, diversificando la economía y la internacionalización en el África Continental, aparecen como fines secundarios. Diagnosticar al enfermo y decir que el modelo no funciona, como alguien señalaba, no es suficiente, cuando desde Canarias pueden realizarse mejoras en el ámbito local y autonómico. Tres de ellas muy sencillas, apostar por la Bolkestein de liberación de servicios, integrar la normativa ambiental y aceptar el principio de subsidiaridad, una administración una competencia. Canarias a nivel autonómico y local no reconoce esta realidad jurídica y legislativa, en su contra, recorta la libertad empresarial y aumenta la inseguridad jurídica del sistema. El plan para el REF propuesto por nuestros optimistas autores se apoyaría en el talento no explotado de nuestra sociedad civil y en un cambio a fondo de los mecanismos actuales, donde la RIC pierde efectividad en tiempos de crisis. Sociabilizar el sistema del REF, reduciendo al 50% el IRPF e Impuesto de Sociedades como tienen Ceuta y Melilla y también los DOM franceses. Abrir las fórmulas de colaboración público-privadas, enlazar la deuda pública canaria y sus mecanismos de inversión privada, son algunas de las sugerentes fórmulas que el libro apunta, para generar un marco de “calidad institucional” donde el talento de nuestra sociedad civil prospere. Desmontan al tiempo algunos de los tópicos últimos de Canarias, como los límites a la población, o la posible explotación del petróleo, situando estos temas en el marco de su reflexión socioeconómica, que no política. Otra Canarias es posible.