X
después del paréntesis>

Podemos – Por Domingo-Luis Hernández

   

El sentido de la democracia y eso que se llama “calidad de la democracia” para la derecha de este país, o está de vacaciones, no se la espera o transita por otros lugares. Así, el gobierno. Su inopia política, sus arbitrariedades, su distribución de fondos, su apuesta por lo particular y lo financiero han hecho que en España se comience a mover ficha. Porque resulta intolerable para el común de los mortales que en lo laboral solo se aplique lo que la patronal fija, en despidos, en la bajada de sueldos, o solo el 0,6% de aumento frente al 64% de ganancias; que en sanidad hayan desaparecido 7.000 millones de euros y 35.000 trabajadores; que de las prestaciones sociales (como la dependencia) se hayan restado 2.500; de la enseñanza otros 7.000 y 24.000 asalariados menos, en un país que paga la educación religiosa, no elige a los profesores y se hace cargo de los despidos improcedentes, que los ha habido y en más de un caso…; eso y que lo rebajado en bienes y en conquistas ciudadanas sea, poco más o más bien menos, lo que el gobierno en cuestión puso sobre la mesa de Bankia.
Si el deterioro de la vida política aquí viene marcada por los infundios y las mentiras (la primera de ellas un programa electoral incumplido y del que no se da cuenta), si a lo dicho se añade la actuación del PP contra la oposición, abominación del consenso y muy pocas palabras hacia el PSOE por lo que fue, esas tenemos. Más aún, hoy todo sigue andando como anda porque el PSOE así lo dejó y ellos nada sabían (¡Dios nos libre!). Además, el actual líder, el señor Sánchez, nada tiene que decir en contra del gobierno, porque apoyó a Zapatero, esto es, por la divina providencia del PP los socialistas no pueden apoyar a un presidente socialista… Si se añade a lo dicho la corrupción…, se dirá que eso es lo que le da votos a Podemos. Pero ha de descifrarse bien el subterfugio visto. La corrupción pone de manifiesto a los listos de España, pero más: hace visibles a quienes nos engañan, y eso no se puede tolerar. Por eso cabe reparar. Lo que le da votos a Podemos es el rodillo abusivo del PP y el según y cómo de la corrupción; que Bárcenas esté donde está y don Mariano, pese a Bárcenas, camine con paso grave; o lo que afirmó un dignatario afín, que al señor Monago lo ataca el Sistema porque es Anti-Sistema. ¿En qué quedamos, diría Borges, Gerardo o Diego? ¿Qué es Sistema, quién lo sustenta? Porque a ese repicar de campanas se arrima la derecha: ¡peligra el Sistema! Es decir, no se preguntan por qué el Financial Times apoya las ideas económicas de Podemos sino que tiemblan porque sus sillas andan presas de un peligroso estertor. Ellos Sistema, Podemos y… Anti-Sistema. Y contra los incautos susodichos han de luchar. A España la acecha el mal, el perverso mal.
Esas tenemos y por eso Podemos va a tener un año muy movido. Por ejemplo, en una televisión un contertulio afirmó ante la novia de Pablo Iglesias, dirigente de IU, que era una votante de Podemos. Según ese diseño conocido, la mujer es incondicional y resueltamente una posesión de su dueño. Y a Errejón lo torturan por formar parte y cobrar de un equipo de investigación. O a Pablo Iglesias le andan contando céntimo con céntimo las becas que por méritos de formación o profesionales ha tenido a lo largo de su meritoria carrera universitaria. Democracia en su punto, pues; ahí los tenemos, desde el “váyase señor González”, Zapatero es un imbécil hasta demonio de siete cuernos: Podemos.