X
Tribuna >

¿Aprovechará la ocasión Felipe? – Por Pedro Calvo Hernando

   

El primer mensaje navideño del rey Felipe de las próximas horas de pronto se convirtió en lo más esperado, tras la decisión del juez Castro de sentar en el banquillo a su hermana Cristina por fraude fiscal al considerarla cooperadora necesaria por los delitos contra Hacienda de su marido. Esa decisión judicial casi ha sepultado la enormidad de los grandes temas políticos del momento, como son la aceptación por el TSJC de investigar a Mas y sus vicepresidenta y consejera de Educación por organizar el 9-N, la encuesta de la Generalitat con la bajada de intensidad del separatismo, el mitin barcelonés de Pablo Iglesias, el cerco del Gobierno PP a las libertades, la dimisión de Torres-Dulce por el acoso gubernamental. De sobra sabe Felipe VI lo que se juega en esa alocución. Ya no vale decir que la justicia es igual para todos, como hizo su padre tres años antes.

Ahora tendría que pedir perdón a los españoles, desautorizar a la infanta e inducirla a la renuncia de sus derechos en el orden de sucesión, cosas elementales las tres. Porque los tiempos y el aguante de los españoles han cambiado sustancialmente y la fortaleza del sistema se resiente de forma visible y aparatosa.

Al mismo tiempo, el rey Felipe no debiera desaprovechar la ocasión para contribuir de alguna manera a despejar el siniestro panorama en el que nos movemos desde hace ya demasiados meses. Hay un dato importante a estos efectos y es que las encuestas, especialmente la última del CIS, colocan al nuevo jefe del Estado en unos niveles muy altos de aceptación popular, precisamente coincidiendo con la también alta aceptación de Podemos, lo cual es políticamente muy significativo. Este pueblo español se manifiesta capaz de aceptar al mismo tiempo la irrupción de una fuerza política rompedora y la permanencia de una institución al parecer muy alejada de lo que significa el partido liderado por Pablo Iglesias. De momento eso no se entiende muy bien y tenemos que esperar lo que suceda en los próximos meses. Pero una explicación provisional sería que la institución monárquica no se resquebrajara por sí misma sino por el enorme desgaste de su anterior titular y la pasividad de este frente a los sucesos que la manchaban. ¿Aprovechará Felipe la ocasión?