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“El ‘coach’ es como el acomodador de los cines de antes, te ilumina el camino para llegar al mejor asiento”

   
La experta trabaja para acompañar y dirigir a personas hacia un cambio. / PATRI CÁMPORA (la Casa de la playa)

La experta trabaja para acompañar y dirigir a personas hacia un cambio. / PATRI CÁMPORA (la Casa de la playa)

VERÓNICA MARTÍN | Santa Cruz de Tenerife

Elena Pérez Jero sonríe por los ojos. Es optimista y empática por naturaleza y esas dos cualidades le han guiado hasta su profesión actual: es coach. Es de las que defiende la técnica de la PNL pese a las críticas y a la consideración como pseudociencia. Eso sí, separa muy bien su profesión de otras como la psicología y no quiere confusiones al respecto. Vive su trabajo con entusiasmo y eso lo trasmite tanto a sus clientes como a cualquiera que, simplemente, se tropiece con ella por la calle. Una sonrisa nunca faltará. De esa que se contagia a través de los ojos.

-¿Cómo es que llegó al mundo del coaching?
“Ahora me dedico al coaching con PNL (programación neurolingüística). He llegado a esto porque he podido juntar dos de mis grandes pasiones: el servicio a los demás y la comunicación. De hecho, mis profesiones de origen son el trabajo social, el periodismo y la mediación familiar. Llegó un momento que necesitaba otras herramientas desde el punto de vista personal y profesional. Por eso, empecé a coquetear con el mundo del coaching y la PNL y mi gran pasión se ha convertido en mi profesión”.

-Habla de sus profesiones ‘de origen’… ¿es un signo de nuestro tiempo tener un empleo alejado de los estudios que se cursaron por primera vez?
“Sí, es todo un signo de la crisis actual. En mi caso, me sigo acercando más y me formo para estar al servicio de personas que necesitan hacer un cambio en su vida: cambiar de trabajo, de pareja, de casa… Tomar decisiones…”.

-Me acaba de recordar a una frase que pulula por las redes sociales… “¿Qué tomas para ser feliz? Decisiones”…
“Justo. Hace un mes celebramos el Congreso de Mujeres Empresarias y Emprendedoras, grupo del que formo parte de la junta directiva; y precisamente hice una charla que se titulaba La felicidad como parte del plan donde reflexionaba que si dedicábamos tantas horas al trabajo, por qué no lo vinculábamos a algo que nos hiciera feliz. Cuando uno hace lo que le apasiona, no hay diferencia entre el trabajo y la vida personal, eso es un peligro también, pero vivir intensamente un proyecto te lleva a eso”.

-En esta crisis nos han metido hasta en la sopa que todos tenemos que reinventarnos, ¿es la solución?
“La crisis yo la vivo como un regalo. Y así también lo ven la cantidad de emprendedores con los que contacto y con los que llevo sesiones de coaching. Es, realmente, la oportunidad para reinventarse. Esto es lo que me ha tocado vivir y si una crisis económica como esta nos pilla con algunos años y con experiencia profesional, también nos da otra perspectiva y otra posibilidad de tomar decisiones más arriesgadas y en conexión con el ser. Es un revulsivo que nos permite trasmutar e ir más allá y así acabas conectando con tu auténtica esencia, con lo que en realidad quieres ser… ¿Y por qué no hacer lo que se quiere hacer?”.

-¿Qué puede hacer un coach por ayudar a alguien a cambiar de vida?
“Lo que hacemos es facilitar el camino a las personas que están en un punto y quieren llegar a otro en su vida y no saben cómo hacerlo. Protocolizamos ese proceso sea para conseguir una meta, un sueño o un objetivo… y que cada uno le ponga el nombre adecuado porque para una persona puede resultarle más sencillo llegar a un objetivo que a un sueño o al revés. Facilitamos a la persona herramientas para que pueda entender el cómo. Un coach acompaña a la persona a conseguir los objetivos ya sean personales o profesionales y contribuye a que mejore la comunicación, amplíe el estado de conciencia y a generar un pensamiento que entienda que hay muchas opciones para llegar a donde se quiere llegar. Un coach ayuda a conectar con las infinitas posibilidades que se lleva dentro…”.

-¿El coaching es una moda pasajera o ha llegado para quedarse?
“Hablar de coach es algo muy reciente. Aparece en Estados Unidos en los años 80, pero llega para quedarse. Cuando inicio procesos con personas, en solo dos o tres sesiones los cambios son inmediatos porque pone al servicio de las personas herramientas potentes. Este tipo de cosas llegan para quedarse porque suponen una ayuda”.

-Pero… en esto hay mucha confusión y hay gente que lo equipara a la psicología, ¿qué opina de ello?
“Para ser coach me he tenido que formar durante años y he buscado a conciencia una escuela que me diera la confianza suficiente. En este caso, existe la profesionalización. Sin embargo, hay que dejar muy claro que la psicología es algo muy diferente, aunque el coaching pueda beber de esa fuente, no tiene nada que ver”.

-La PNL se vende como una terapia y es algo que ha sido realmente criticado al considerarlo una pseudociencia, ¿qué responde al respecto?
“La PNL tiene efectos terapéuticos pero no es una terapia, es un modelo desde el que se puede trabajar. Ayuda a ampliar el estado de conciencia y a comunicarse de una manera más efectiva… Para mí, el trabajo de creencias fue un gran hallazgo que me hizo romper con aprendizajes que me limitaban y que no forman parte de lo que quiero ser a día de hoy”.

-¿Qué creencias?
“Hablamos por ejemplo de los refranes… ‘Piensa mal y acertarás’ o frases hechas del tipo ‘Ya te dije que iba a pasar’ o ‘Cómo se te ocurre cantar si lo haces fatal’. Con las creencias limitantes estás desechando cosas que no te funcionaron y hacen que generalices y llegues a pensamientos del tipo ‘¿Por qué a mi siempre me sale todo mal?’. Ese tipo de actitudes están vinculadas a creencias que suponen un freno. Trabajar las creencias es una de las cosas potentes que se puede hacer con PNL que es desbloquear esto y crear nuevas opciones que te permitan atreverte a tomar decisiones y opciones que alguna vez no te salieron bien. El trabajo con creencias me da libertad, me acaba despojando de zancadillas que me ponía yo misma”.

-¿Qué le trasmiten los emprendedores con los que trabaja en estos momentos?
“Ganas, ilusión, creatividad, responsabilidad… En los emprendedores no hay limites… Aunque también acabamos agotados, contracturados, sin tiempo para el disfrute personal… por eso es importante organizar el tiempo y ser conscientes de que cuanto más nos autocuidemos, mejor trabajo podemos hacer”.

-En esta crisis, otra cosa que se ha dicho es que tenemos que ser emprendedores, pero hemos visto mucha gente arruinarse porque no han sido capaz, ¿la emprendiduría es un mito? ¿es para todos?
“Buena parte de mi trabajo consiste en bajar a tierra los proyectos. El lema de si queremos podemos es real, pero a veces no podemos porque está claro que hace falta tiempo, recursos económicos, tener apoyo incluso de las administraciones… Y a veces trabajando con las técnicas coaching, esas personas se dan cuenta que por donde iban no es. El coach es como el acomodador de los cines de antes: te alumbra el camino y te ayuda a elegir el asiento más cómodo para ver la película”.

-Su faceta de mediadora… ¿en qué consiste?
“Me formé como mediadora familiar y hace dos años hice la formación en mediación civil y mercantil. Es una forma de resolución de conflictos de una manera alternativa a la judicialización de los procesos. Un mediador facilitar que las partes en conflicto consigan acuerdos satisfactorios para ambos… Es precioso porque se trata de construir sobre un diálogo. La presencia de una tercera persona neutral hace que las partes enfrentadas suavicen sus posturas”.

-En todas las facetas de su trabajo, el objetivo es lograr que las personas construyan… Debe hacerle muy feliz su trabajo…
“Mi lema es Creer para crear; crear para creer y mi marca es CoCreandoT. Porque cuando crees, cuando te permites creer y construir, acabas por crear cosas que te sorprenden y sigues creyendo que puedes hacerlo. Te empoderas de tal manera que no hay obstáculos que se pongan por delante que tu no puedas salvar…”.

-En este momento han crecido también mucho la creencia de que todo es actitud. Incluso, hay una obra que se llama Los libros de autoayuda ¡qué timo! donde se expone que esta corriente hace culpable a la propia persona de tener una mala situación económica… ¿qué responde a esta crítica?
“Está claro que hay un trabajo que hacer por esas personas que están pasando una situación económica dura… hay que arroparlas y apadrinarlas en ese momento, para cuando se haya pasado, ayudar a crear cosas nuevas. Hay una parte de duelo y de dolor que hay que respetar y tomarnos nuestro tiempo para cuando hayamos resuelto esa parte, poder poner en marcha…”.

-Entonces… ¿está conforme en que todo está en la actitud?
“Yo creo que por la mañana sabemos qué día queremos tener. Si afronto el día con tristeza e incapacidades me puede pasar lo mismo: que todo va a ser horrible… Creo que la actitud es importante y también creo que entretejemos y creamos nuestra propia vida. Es importante el pensamiento, el lenguaje: lo que decimos y cómo lo decimos”.