Mensaje de Navidad – Por Cristina Molina

El rey Felipe VI pronunció su primer mensaje de Navidad. Hay quienes dedican grandes esfuerzos a estudiar los detalles de la decoración y lo que se puede deducir de él. Más allá de las fotografías elegidas, la luminosidad o si en la flor de Pascua había más hojas verdes o rojas, quedará lo que dijo: “Debemos cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción”. O también, “nadie en la España de hoy es adversario de nadie”. ¿Escuchó eso Paulino Rivero? ¿Oyeron todos los que a base de revanchismo y resentimiento social nos quieren llevar a otra época?

No es fácil digerir las palabras más pronunciadas por el rey:

Primero, “debemos”. La primera en la frente. Vivimos en la época de los derechos, más y mejor. Además, con la creencia infundada de que son gratis. Los deberes ya si esto otro día.

Segundo, “España”. Ese peculiar país en el que una minoría reclama para sí el derecho a decidir sobre la soberanía de todos los españoles. “Respetemos la Constitución, que es la garantía de una convivencia democrática, ordenada, en paz y libertad”.

Tercero, “futuro”. Estamos bonitos. Aunque el monarca, a ratos, parecía un coach motivando a su equipo.

Algunos echaron en falta una mención explícita sobre la situación judicial de la hermana. ¿Acaso esto no es suficiente? “Que desempeñar un cargo público no sea un medio para aprovecharse. No existen tratos de favor por ocupar una responsabilidad pública”.

Ya cerramos el año. “Todo tiempo político tiene sus propios retos”. Y ante la incapacidad de dar respuesta a los retos vigentes, en el año 2015 habrá más de lo mismo, más lo que se vaya presentando. Desafío catalán, marchando. Entrada del comunismo en las instituciones (Podemos sí, comunismo), marchando. Negativa de Rajoy a marcharse porque “por qué me voy a ir yo si los presidentes anteriores han empatado dos legislaturas”, marchando. Paulino Rivero agotando hasta la última gota de su irrelevancia política, marchando. To be continued.

@cristination