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De risas y fiestas – Por Javier Rabanal

   

Es sin duda para mí esta la época futbolística más aburrida del año. En el momento en el que niños y padres disponen de más tiempo para el ocio, los profesionales del fútbol no trabajan en este país. Se supone que el fútbol, como deporte, como espectáculo, está hecho para entretener a las masas, pero en este circo en el que se ha convertido los leones están durmiendo.

A los tan bien intencionados como aburridos partidos benéficos en los que ver al cantante de turno o a este o aquel jugador de fuera hacer malabares con el balón, se les unen las pachangas transoceánicas en las que ver a Neymar en calzoncillos o a viejas glorias como el inigualable Zidane. Lo dicho, un tostón.

Lo único rescatable de todo esto es la recaudación que se hace para los más necesitados y que siempre es de agradecer por parte de los profesionales deportivos de la modalidad que más paga en este país. Ojo a las segundas intenciones, que a veces las hay.

De los clubes poco o nada se sabe. Son días de declaraciones de los presidentes. El del Villarreal nos cuenta que el descenso los ha hecho más fuertes, lo cual me hace pensar que nosotros debemos estar haciendo algo mal, porque a descensos no nos gana casi nadie en la actualidad y cada día estamos peor. Cerezo, por otro lado, se ha estado haciendo el loco hasta la llegada del hijo pródigo, el gran Fernando Torres que va a aprender a defender con 30 años.

En Tenerife se habla ahora de la retirada política de Paulino Rivero y su relación con la presidencia del club y de Pier y el número de acciones que va a llevar a la junta así como del proyecto que quiere para el futuro. Pero sobre todas estas noticias está de nuevo Carlos Abad. Sí señor, parecía una inocentada pero no. Pasan los días y se sigue hablando del interés del Real Madrid. En el club blanco, que cesó a su red de ojeadores por el descenso del Castilla (enmascarada por el error de no fichar a Munir teniéndolo en Madrid), les ha dado ahora por este tipo de “fichajes amistosos” y sorpresivos como ya hiciera con Asensio en el Mallorca. Esto podría traer como sustituto a un portero con pasado blanquiazul y que parece del gusto de casi todos, Dani Hernández.

Esta semana vuelve, gracias a Dios, la competición y dejaremos de mirar al Reino Unido con nostalgia. Es tiempo de ver si los nuestros, tras asentar el entramado defensivo, son capaces de continuar la racha mejorando el despliegue ofensivo y enganchando a su vez a unos aficionados reacios a gastar su dinero en visitar el coliseo capitalino. Se acabaron las risas y las fiestas, llega lo serio, el tramo final.